Miles de hondureños de todas las partes del país se han hecho presentes a la celebración del 273 aniversario de la Virgen de Suyapa.
Llenos de fe y devoción los feligreses católicos aprovechan cada 3 de febrero para rendirle culto a la morenita, unos agradecidos por un milagro y otros por el simple hecho de venerar a la Virgen de Suyapa.
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La devoción de los hondureños es tan grande que muchos llegan a Tegucigalpa varios días antes, acampan en la intemperie para estar en primera fila en la alborada en honor a la patrona de Honduras.
Cada hondureño llega con un propósito, cada uno tiene una historia que contar y son incontables los testimonios de milagros que los feligreses atribuyen a la madre de Jesús.
Los hondureños se preparan meses antes en cada una de sus parroquias, organizando excursiones desde todos los departamentos del país hacia la basílica menor de Suyapa donde se encuentra la Virgen.
Las instalaciones de la casa de la virgen son insuficientes para albergar a los miles de hondureños que llegan con el propósito de ver a la morenita, muchos aprovechan por encomendarle a sus seres queridos, otros llegan por una promesa.
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La Virgen de Suyapa fue encontrada por un labrador en febrero del año 1747, desde ese entonces la iglesia católica le rinde culto y en años posteriores fue nombrada como la patrona de Honduras.
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