Al presentar su evaluación anual de la situación de los derechos humanos en el mundo, Amnistía Internacional revela fuertes realidades de nuestro país
Amnistía Internacional (AI) presentó un análisis 2016/2017, especialmente exhaustivo del estado de los derechos humanos en el mundo, que abarca 159 países. El informe refleja grandes retrocesos, y Honduras no está exento.
El clima general de violencia obligó a miles de personas a huir de Honduras, grupos como las mujeres y activistas sociales son los más afectados.
Honduras seguía siendo uno de los países más peligrosos de Latinoamérica para los defensores y defensoras de los derechos humanos, especialmente para los y las activistas del medio ambiente y la tierra. Según la ONG Global Witness, Honduras tenía la cifra más elevada del mundo de homicidios per cápita de activistas ambientales y de defensa del derecho a la tierra.
Según la ONG ACI-PARTICIPA, más del 90% de todos los homicidios y abusos contra defensores y defensoras de los derechos humanos quedaron impunes, se mencionan los casos de Bertha Cáceres y otros líderes indígenas agredidos y/o asesinados.
Los defensores y defensoras de los derechos humanos de las personas LGBTI también estaban particularmente expuestos a sufrir amenazas y agresiones, tal es el caso del asesinato de René Martínez, presidente de la Comunidad Gay Sampedrana.
Amnistía Internacional destaca que la violencia contra la mujer se volvió algo habitual. Entre enero y junio fueron asesinadas 227 mujeres. Durante ese mismo periodo se registraron 1.498 ataques y 1.375 incidentes de violencia sexual contra mujeres.
La presencia de fuerzas militares en los territorios indígenas contribuyó a la agitación social y que más de un centenar de agentes de policía de alto rango fueron destituidos en un intento vinculados con el crimen organizado.
Y finalmente el informe también expone que la debilidad del sistema de justicia penal, contribuye al clima de impunidad.
Amnistía Internacional advirtió de que en 2017 veremos agravarse las crisis en curso debido a la debilitadora ausencia de liderazgo en materia de derechos humanos en un escenario mundial caótico.
«El 2017 no pinta nada bien, estamos empezando y vemos una debacle en el respeto y protección a derechos humanos que está llegando a niveles catastróficos».
Erika Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
México
El informe también destaca el caso de México como uno de los más graves y señala que “la impunidad por tortura y otros malos tratos seguía siendo casi absoluta”. La procuraduría de este país informó que se estaban revisando 4715 expedientes de investigación por este tipo de abusos, pero había más de 3000 peticiones pendientes de tramitación.
Otro elemento que hace más complejo el caso mexicano es la enorme afluencia de migrantes que recibe anualmente, debido a su proximidad geográfica con Estados Unidos.
“México enfrenta una de las peores crisis de derechos humanos en todo el hemisferio y se ha convertido en el país que hace el trabajo sucio de los estadounidenses, porque tiene el mayor número de deportaciones en los últimos dos años: solo en 2016 devolvió a cerca de 150.000 ciudadanos a Guatemala, Honduras y El Salvador”, señala Guevara-Rosas.
De acuerdo al informe, países como México, Venezuela, El Salvador, Honduras y Guatemala fueron algunos de los más afectados por los abusos y la impunidad ante las violaciones a los derechos humanos.
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