Gustavo Linares, ex chófer y hombre de confianza de José Alberto Zelaya, quien también estuvo implicado en el latrocinio al Seguro Social, murió este lunes por complicaciones de salud en el Hospital Escuela de la capital.

Según se informó, Gustavo Linares de 42 años guardaba reclusión en Támara, luego de que lo sentenciaran a 11 años y tres meses por el ilícito de lavado de activos, tras admitir su vínculo con el caso del IHSS.

En ese aspecto, el ahora occiso estuvo interno en el centro asistencial capitalino desde el pasado 14 de junio, ya que sufría de leucemia.

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Linares permaneció durante varios años bajo las órdenes del ex jefe de compras y suministros del IHSS, José Zelaya, quien actualmente es prófugo de la justicia.

Cabe destacar que, a la víctima mortal lo capturaron el pasado 25 de febrero, luego de que se verificara que lavó más de 35 millones de lempiras a través de empresas de fachada que se utilizaron para saquear al Seguro Social.

Científicos piden a la OMS reconocer transmisión aérea de la COVID-19

A través una publicación en una revista de ciencias, más de 200 científicos pidieron a la OMS que reconozca el potencial de transmisión aérea de la COVID-19, para así implementar medidas que prevengan este mecanismo de contagio.

Según varios estudios de científicos, el mal viral también se libera durante la exhalación, el habla y la tos en microgotas que son lo suficientemente pequeñas para prevalecer en el aire.

Por tanto, consideran que el lavado de manos y el distanciamiento son apropiados, pero “insuficientes” para proporcionar protección contra estas partículas respiratorias portadoras de virus liberadas por personas infectadas.

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De esta manera, ya “plantea un riesgo de exposición a distancias superiores a uno o dos metros del individuo contaminado”.

Asimismo, señalaron que la problemática es aún más grave en ambientes interiores o cerrados, sobre todo “los que están abarrotados y tienen una ventilación inadecuada”.

Cabe mencionar que, la OMS reconoce que la principal vía de transmisión de COVID-19 son las gotículas que expulsa una persona cuando habla, tose o estornuda.