Desde carretera, proyectos mineros y construcción de centros de alcance, figuran entre los contratos otorgados a los Rivera Maradiaga
El gobierno del expresidente, Porfirio Lobo Sosa, entregó más de 30 contratos a empresas del Cártel de “Los Cachiros”, confirmaron fuentes oficiales de la industria constructora en Honduras.
La empresa Inmobiliaria Rivera Maradiaga (INRIMAR) manejó sólo en proyectos carreteros, unos 28, en todo el período de Lobo Sosa (2010-2014), estas obras se valoraron en más de 143 millones de lempiras.
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Sólo en los años del 2011 y 2013 el cártel se adjudicó 25 proyectos, agenciándose más 140 millones de lempiras por preparación o construcción de tramos viales, específicamente en la zona atlántica y oriental del territorio nacional.
El propio gerente de la Cámara Hondureña de la Construcción (CHICO), Silvio Larios, reconoció que INRIMAR presentó la documentación requerida por el Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras (CICH) para poder inscribirse, al igual que los papeles solicitados por la Cámara de Comercio en el 2010.
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Por otra parte, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) hizo el decomiso de algunos contratos en cinco instituciones públicas, entre el lunes y martes de esta semana, para comprobar las declaraciones de Devis Leonel en la Corte de Nueva York, ahora «esta documentación está en poder de los fiscales para verificar si estos contratos se suscribieron en el marco de la ley», expresó este jueves Jorge Galindo, portavoz de la ATIC.
Algunos contratos cedidos a los Rivera Maradiaga:
Entre 2010-2013, parte de las empresas de Los Cachiros participan en licitaciones y obtienen la aprobación de parte de instituciones gubernamentales para desarrollar reparaciones y mantenimiento de carreteras.
El año 2012 el Cachiro y Hugo Ardón Soriano, director ejecutivo del Fondo Vial, firman el contrato FV-0004-2012 para construcción de obras y mantenimientos en la zona de Colón.
Entre el 2012 y 2013 el gobierno de Lobo Sosa paga a la empresa de Los Cachiros casi 29 millones de lempiras, la evidencia queda registrada en el Tribunal Superior de Cuentas.
El año 2013, INRIMAR apareció en la lista de empresas más sobresalientes en Honduras, precalificada, según transcendió por medios impresos. En ese mismo tiempo, la empresa de los Rivera Maradiaga ganó una licitación y construyó un centro de alcance, situado en el barrio Zapote Norte, Tegucigalpa. Este proyecto lo desarrolló el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) con el apoyo del Convenio Mérida/Carsi (Iniciativa de Seguridad Regional de Centroamérica) avalada por Estados Unidos.
Contratos de empresas mineras
Los Cachiros eran propietarios de las empresas Ganaderos Agricultores del Norte, Palma del Bajo Aguán, Inversiones Turísticas Joya Grande, Empresa de Transporte del Norte y Minera Mi Esperanza.
La administración de Lobo Sosa también le concedió varios permisos de explotación de recursos minerales a la compañía Minera Mi Esperanza. El 6 de agosto de 2012, le otorgó la licencia para aprovechar por diez años los recursos no mineros en la zona denominada Puerto Rico de Trujillo, Colón.
El Informe de Conciliación de la Iniciativa de Transparencia para las Industrias Extractivas en Honduras (EITI-HN), publicado en febrero de 2016, indica que hasta el 31 de diciembre de 2014, Minera Mi Esperanza tenía tres solicitudes para explotar minas en Conquire (Olancho) y Suyatal II, Suyatal III (Gualaco, Olancho).
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