La salida de varios jugadores hondureños al fútbol europeo ha reactivado un mercado que muchos pensaron estaba perdido
El fútbol de Honduras ha dejado de pesar ante la mirada internacional. El desvanecimiento de la Selección y los escasos logros de los clubes locales en Concacaf han sido factores de peso para no ubicar jugadores catrachos en ligas importantes; sin embargo, parece que las cosas están a punto de cambiar.
Anthony “Choco” Lozano, quien recientemente fichó por el Barcelona B y Bryan Acosta, adquirido por el Tenerife, ambos en la segunda división española, le muestran el camino a seguir a sus compañeros y, por qué no, a todos los jugadores que sueñan algún día hacer una carrera en el viejo continente.
Luis “Buba” López, portero de Real España, parece ser el siguiente llamado a levantar la mano y ubicarse en el balompié foráneo. El mismísimo Tenerife, el Niza francés y uno que otro club de Medio Oriente y la MLS ya estarían tocado la puerta aurinegra para consultar las condiciones contractuales del guardameta para comenzar a realizar el papeleo.
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La «Buba» no es el único jugador que puede estar en fila para preparar males. Algunos nombres como los de Michaell Chirinos (Olimpia), Carlos “Mango” Sánchez(Honduras Progreso), Marcelo Pereira y Henry Figueroa (Motagua), también han estado en la órbita de varios equipos extranjeros.
La mayoría de estos jugadores vienen provenientes de la espectacular selección catracha que disputó los juegos olímpicos en la ciudad de Río de Janeiro y pueden ser la mejor opción para revitalizar a un equipo que está con mucha necesidad de un recambio generacional.
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