Nacionales

Emiliani: «Hay tantas cosas qué hacer y tan poca vida que queda…»

dorada ice

Monseñor Rómulo se ha pronunciado ante su inesperada renuncia como Obispo Auxiliar de San Pedro Sula y nos ha dicho esto:

«Quiero dedicarme a cosas fundamentales lo que me queda de vida».

A pesar de su renuncia, manifiesta que su intención es seguir trabajando con los privados de libertad en las cárceles, impulsando una verdadera rehabilitación para ellos, y junto a los sacerdotes. «Creo que los sacerdotes católicos hoy en día necesitan mucha orientación y yo quisiera también consagrarlos a ellos. Esta profesión es algo tan hermoso, tan sagrado, que necesitamos poner mucha concentración en ellos, al igual que los seminaristas», expresa.

Enmedio de su comparecencia ante los medios, el Monseñor Emiliani ha tenido tiempo para hacer una profunda reflexión:

«Hay tanto qué hacer y tan poquita la vida que queda… son retos muy grandes».

En el caso de Honduras, manifestó que le duele tanto el sufrimiento de la gente, el dolor de las viudas, los huérfanos, «todos los días muertos, muertos y muertos, sangre, dolor, lagrimas. Esto es un calvario que nunca acaba, como no voy a dedicar tiempo de mi vida a esta gente que sufre, si aquí se ve al cristo crucificado totalmente en Honduras».

Con tema de los pandilleros expresó que ese es un asunto muy complejo, ya que las pandillas en Honduras inexplicablemente parece que están más en contacto con el crimen organizado y esto se está complicando mucho, «aun así yo creo firmemente que mas de un 70% de esos muchachos dejarían la pandilla si ofreciéramos buenas propuestas de rehabilitación dentro del presidio. Por supuesto, mientras pagan su delito y luego conseguirles trabajo».

Bajo este contexto, señaló que tiene un proyecto de construcción de un centro con capacidad para 400 muchachos, para formarlos en el trabajo de micro empresas, en técnico de electricidad, técnicos automotrices, soldadura etc… siempre en un proceso de rehabilitación profunda, espiritual y psicológica.

Durante muchos años fue el mediador entre los pandilleros recluidos en el penal sampedrano y las autoridades.

«Creo que muchos jóvenes dejarían las pandillas, si comenzáramos a rehabilitarlos, si solamente es cárcel, penas y castigos, lamentablemente estos muchachos no van a dejar de ser un problema. Lógicamente respetando la ley, porque ¡QUIEN COMETE UN DELITO QUE LO PAGUE!, de arriba abajo, sin excepciones, que paguen sus delitos los que han cometido errores. Pero que puedan ser rehabilitados muchos, yo creo que sí».

Con respecto a «El pozo», refirió que el Estado puede hacer lo que estime conveniente, siempre y cuando los respeten como seres humanos. Destacó que «En el traslado no hubo violencia, no hubo maltrato y hasta donde sé, están tranquilos. O sea, se hizo un operativo bien hecho y no me lo esperaba, fue sorpresivo».

«Yo creo que así como están las cosas en el país, fue una cosa bien hecha, porque no hubo ni un solo herido, ni un error. Setecientas personas es admirable. Ahora, que ese sea el lugar ideal para ellos: ¡NO!. Renunciar a una autoridad es un tema complicado, uno renuncia al cargo de autoridad para dedicarse mas a lo fundamental que es la predicación. El traslado no tiene nada que ver con mi renuncia», sostuvo.

 

 

cable color jetstereo viaje el-ahorro