La llamada «ideología de género» acapara gran parte de la campaña presidencial de los partidos más conservadores, que ven en el rechazo de una parte de la población a los derechos de la comunidad gay y la lucha feminista, una oportunidad para aumentar su caudal político.
Fabricio Alvarado, candidato del partido Restauración Nacional (PRN), es uno de los candidatos más enfáticos en el tema. Su agrupación está conformada por pastores evangélicos y quienes siempre llevan al ámbito político, las posiciones del cristianismo protestante.
Alvarado visitó ayer el cantón de San Carlos, donde se reunió con seguidores de una congregación religiosa del lugar y habló contra el nuevo programa de educación Sexual del Ministerio de Educación Sexual y de las intenciones del actual gobierno de dotar de más derechos a las poblaciones sexualmente diversas.
Otro que mantiene posiciones similares es Partido Renovación Costarricense con su candidata Stephanie Campos. En el caso de Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana (ADC) y Óscar López del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), no han mencionado mucho el tema en campaña, pero como legisladores forman parte del «bloque cristiano» que se opone a estas iniciativas.
En el caso de López, se recuerda sus declaraciones en contra del Instituto Nacional de la Mujeres (Inamu), el cual dijo, estaba lleno de «feminazis», termino altamente despectivo, con el cual se pretende degradar la lucha por la igualdad de género.
De igual forma, partidos más grandes, pero ubicados a la derecha del espectro político, se trabajan con figuras opositoras a los derechos homosexuales, como el abogado español Benigno Blanco, quien se reunió con el libertario Otto Guevara, Rodolfo Piza, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rodolfo Hernández del Republicano Social Cristiano, el presidente del Partido Integración Nacional (PIN), Walter Muñoz y el exprecandidato del Partido Acción Ciudadana, Welmer Ramos.
Asimismo, la tendencia más conservadora del Partido Acción Ciudadana (PAC) se encuentra reuniendo firmas entre seguidores del partido, para solicitar a su candidato, Carlos Alvarado, que retire el matrimonio entre personas del mismo sexo del plan de gobierno.
En el caso del Partido Liberación Nacional (PLN) y Nueva Generación, ambos partidos dijeron que están a favor de dar más derechos a la comunidad gay, pero que no en este contexto histórico, por lo que su posición podría considerarse ambigua. Ambos dicen también que apoyan la unión de hecho entre homosexuales, pero que no sería impulsado desde Zapote en caso de resultar electos.
De igual forma, la Conferencia Episcopal de Costa Rica covocó a la II Caminata por la Vida y la Familia, en la que protestarán contra el nuevo curso de educación sexual que se impartirá en los colegios públicos del país, del aborto terapéutico (que es legal en nuestro país) y del matrimonio homosexual.
La primera edición de esta acxtividad se dio el 17 de noviembre del 2013, cuando se desarrollaba la anterior campaña electoral y en la que el obispo de Alajuela de ese entonces, Ángel San Casimiro, llamó a la población católica a no votar por partidos que apoyaran los derechos LGBTI.
De hecho, hay partidos que más bien señalan expresamente que apoyan en mayor o menor medida el otorgamiento de derechos a los homosexuales, lesbianas y transexuales. Al ya mencionado PAC se suman el Frente Amplio y los nuevos partidos Vamos y Liberal Progresista.
Para los defensores de las comunidades sexualmente diversas, la llamada «ideología de género» no existe y solo es un nombre que los conservadores usan para desprestigiar luchas reinvindicativas separadas por la historia, contextos geográficos y realidades de visivilización.
¿Usted qué opina?