Una devastadora historia de abuso animal ha estremecido a la comunidad hondureña. En un relato publicado en Facebook, una mujer de la residencial El Manantial, al sur de Tegucigalpa, denuncia la agresión sexual a su cachorra pitbull de tan solo dos meses de edad.
Los hechos ocurrieron el pasado 12 de mayo por la tarde cuando la pequeña cachorra se escapó de su hogar. La propietaria, tras una intensa búsqueda, recibió un mensaje de WhatsApp de una vecina que había visto a la perrita. Sin embargo, no se percató de la notificación a tiempo.
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Al encontrar a su cachorra, la dueña se percató de lesiones en las patas traseras y genitales de la perrita. En su publicación, escribió: «La misma muchacha me marcó y me dijo que estaba al final de su cuadra, fui y la encontré lastimada de sus patitas traseras y cuando llegué a mi casa la observé bien y sentí un olor fuerte a semen».
Alarmada, llevó a su mascota a una clínica veterinaria donde se confirmó la horrible sospecha: la cachorra había sido víctima de abuso sexual. La dueña intentó denunciar el incidente ante la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), pero lamentablemente, según su testimonio, no le tomaron la denuncia y le dieron «mil excusas».
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La mujer, que aún está tratando de procesar este horrendo acto, está haciendo un llamado público para que se difunda su caso. Pide a las autoridades que actúen y tomen medidas enérgicas contra quienes perpetran este tipo de abusos contra los animales.
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