Escalofriantes datos salieron a la luz tras la captura del mexicano Francisco Oropeza, acusado de matar a cinco hondureños en Texas, Estados Unidos; entre las víctimas estaban tres mujeres, un joven y un menor de edad de tan solo 9 años de edad.
De acuerdo con un medio local, fuentes policiales revelaron que se encontró un altar a la “Santa Muerte” en el interior de la vivienda de Oropeza en el condado de Montgomery, Texas.
El reporte indicó que, al entrar al lugar descubrieron que el acusado rendía culto a entidades oscuras para que lo protegieran de la justicia por sus actos cometidos; en la escena encontraron estatuas de santos, dólares, flores y aluminio con presunta droga.
“Cualquiera que tenga un santuario de santa muerte está relacionado con el bajo mundo criminal”, dijo al CIS el capitán retirado del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Jaeson Jones.
A pesar de ser popular entre las costumbres méxicanas, las autoridades aseguran que este tipo de personas están vinculadas con estructuras criminales, principalmentepor tráfico de drogas.
Antecedentes
A Oropesa se le supone responsable de cinco cargos de asesinato y se le impuso una fianza superior a laos 5 millones de dólares.
Ahora enfrenta un proceso judicial que, aunque no se sabe cuál será la condena, prevén que podría ser incluso una pena de muerte por este homicidio múltiple.
De acuerdo a Christian Capitaine, entrevistado deTelemundo, aunque sea mexicano que esté de manera indocumentada en ese país podría aplicársele esta medida en caso de elevarse los cargos a asesinato a asesinato capital.
“Él podría enfrentar la pena de muerte. El hecho que no sea ciudadano americano no implica que no la pueda enfrentar. En caso de que hubiera sido detenido en México cambiaría el panorama a una pena de cadena perpetua y no de muerte”, explicó el profesional del derecho.
La pena de muerte sería genial que se le aplicara