Más de cincuenta años, ayudando a los hondureños más necesitados.
Servir a los demás era el primordial mensaje para el padre Quetglas
Esta mañana murió el Padre Antonio Quetglas a sus 89 años en la ciudad de Tegucigalpa.
El padre Quetglas es muy querido en Honduras, es uno de los padres Vicentinos que llegaron para hacer el bien al prójimo, especialmente a aquellos que más lo necesitan.
Un ser maravilloso que con sus principios religiosos y sus enormes virtudes como ser humano, dedicó su vida por completo a consolar a los que más sufren, a animar a los deprimidos y a rescatar a las almas descarriadas. Sus Obras Sociales Vicentinas son un ejemplo de una vida consagrada al prójimo, a levantar al caído y a salvar vidas.
El padre Antonio llegó a Honduras un 27 de julio del año 1963. Originario de Santa Eugenia, provincia de Mayorga España.
Las obras sociales vicentinas del padre Quetglas iniciaron en San Pedro Sula en 1981 enfocadas primordialmente en niños desde 3 años, hasta que se convierten en adultos de bien para la sociedad.
En San Pedro Sula lideró nueve proyectos beneficiando al menos 600 jóvenes que estaban en riesgo social.
Obras Sociales
El Padre Quetglas desarrolló una enorme labor pastoral, social, educativa y asistencial que ha repercutido de manera directa en nuestra sociedad.
Entre sus fundaciones están:
Guarderías infantiles
Jardines de niños
Centro de rehabilitación La Esperanza
Escuelas Artesanales
La casa del niño
La casa de la niña
La casa del joven
La casa de buen samaritano
Clínicas médicas
Clínicas dentales
La colonia San Vicente de Paúl
Los módulos para ancianos
El centro juvenil San Vicente de Paúl
Y varias capillas en donde las personas pueden reunirse a compartir la eucaristía.
Tristeza entre los feligreses por la muerte del Padre.
Reconocimiento
En el año 2006 le hicieron un reconocimiento en su lugar de origen, Santa Eugenia de Mayorga, por el alcalde de esa localidad, donde fue llamado “Hijo Ilustre” evento al que asistió el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez y que contó con la presencia de la Reina Sofía.
La labor social que ha realizado el padre Quetglas sin duda ha quedado plasmado en la vida de miles de niños, jóvenes, enfermos alcohólicos o con enfermedades terminales a quienes este sacerdote de manera caritativa se entregó por completo de manera única y bondadosa.
Ante la triste noticia de su muerte, debemos continuar con el ejemplo que por más de 50 años nos dio, ayudar con entusiasmo a los más necesitados.
¿Usted qué opina?