Este sábado, la policía de Nicaragua levantó serias acusaciones contra la Iglesia Católica, señalándola de lavar dinero, un cargo grave en cualquier contexto.
La autoridad de la policía demandó al cardenal Leopoldo Brenes presentar documentos para aclarar la situación. Estos documentos deberían exhibir los movimientos bancarios de las diócesis implicadas en la supuesta actividad ilícita.
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La Policía Nacional, en un comunicado de prensa, indicó que descubrieron la situación sospechosa el viernes 19 de mayo. Las cuentas bancarias que supuestamente estaban involucradas pertenecían a personas previamente condenadas por traición a la patria.
Los hallazgos de la investigación policial apuntan a centenares de miles de dólares escondidos en bolsas en instalaciones de diócesis en todo el país. Sin embargo, la policía no proporcionó detalles específicos sobre la cantidad exacta de dinero ni los lugares implicados.
Las autoridades pertinentes fueron informadas sobre los hallazgos y han iniciado sus propias investigaciones. Estas investigaciones pretenden localizar y poner fin a cualquier actividad ilegal que pueda estar asociada a personas vinculadas a estas diócesis.
Antes de estas revelaciones, fuentes eclesiales habían indicado a EFE que el gobierno de Daniel Ortega ya había congelado las cuentas bancarias de al menos tres diócesis de la Iglesia Católica nicaragüense.
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