El Real Madrid sacó una importante ventaja en el partido de ida. Los colchoneros necesitan 3 goles para forzar el alargue en el Calderón
En el último duelo de Liga de Campeones que albergue el Vicente Calderón, Atlético de Madrid intentará revertir un muy pesado 3-0 favorable a su huésped en turno, Real Madrid, en el marco de la Vuelta de las Semifinales.
La historia lo dice: los actualmente dirigidos por Diego Pablo Simeone solo han sido capaces de vencer a los Blancos en una sola ocasión en la Champions League. También la estadística nos dice que de los 3 enfrentamientos que han tenido a lo largo de la temporada, los merengues han ganado 2 y el otro terminó en empate; si hubiese un marcador global de ellos sería favorable a los de Valdebebas por 7 goles a 1.
Aún así, si algo distingue a este Atlético es su fortaleza física y mental. Un equipo que recibió de su entrenador una transfusión de ADN guerrero; acostumbrado a luchar siempre, cuesta arriba la mayoría de las veces; y, lo más importante, habituado a convivir con la victoria.
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Es innegable que si existe alguna versión de los Colchoneros capaz de plantar cara es esta. Con la mejor plantilla de la era Simeone, fuerte defensivo y también al momento de atacar. Marcar 3 goles luce complicado, pero cuando empieza a rodar una pelota, no hay imposibles.
Real Madrid se presenta como el favorito
Los Merengues han demostrado con resultados, que cuentan con una de las plantillas más poderosas del mundo. Titulares que dan la impresión de ser insustituibles y suplentes que invitan a cuestionar el porqué de su relegación al banquillo.
De entrada, es natural pensar que los de Zidane apuesten por un ritmo muy bajo de juego. Un repliegue medio o bajo para esperar a un Atlético que debe lanzarse con todo al ataque para evitar que a cada minuto que pase, sus reservas de fe y energía mueran.
Para unos Colchoneros que han sufrido más de lo acostumbrado, en esta temporada, con su aparato defensivo, la inclusión de Isco Alarcón entre líneas, libre para crear, puede ser mortal. Su chispa y el nivel asociativo de Benzema son los socios ideales para proveer a un depredador como Cristiano Ronaldo de carne fresca a lo largo de 90 minutos.
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