A raíz de los efectos provocados por los más de 98 incendios que ha padecido la capital en este año, los cielos de Tegucigalpa mantienen un aspecto opaco y denso compuesto por gases tóxicos que llevan cerca de 10 días en la superficie.
Capa de humo provoca disminución de operatividad en Aeropuerto Toncontín
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Los efectos de esta contaminación ambiental no sólo provoca la capa de humo o el deterioro de los bosques. También influye en el sistema respiratorio y oftalmológicos de los pobladores, a quienes les recomiendan utilizar mecanismos de prevención.
A criterio de expertos en meteorología, si continúan los incendios forestales, la capa de humo corre el riesgo de hacerse más densa.
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En ese sentido, los aspectos tipográficos de la capital del país no permiten el traslado del humo a otras zonas, pues el viento carece de velocidad.
La única solución para erradicar este flagelo, es la lluvia por al menos dos días, pero aún no se pronostican ningún tipo de chubasco para las próximas semanas.
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