El Gobierno de Honduras exigió una exhaustiva investigación tras la trágica muerte de Anadith Tanay Reyes Álvarez, una niña migrante de 8 años, mientras estaba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de Texas.
Según informes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la niña experimentó una «emergencia médica» en una estación de la Patrulla Fronteriza en Harlingen, Texas. Poco después, fue declarada muerta en un hospital local.
José Leonardo Navas, cónsul hondureño en McAllen, reveló que Anadith, de nacionalidad panameña y padres hondureños, nació con una cardiopatía congénita. La niña fue sometida a una operación hace tres años debido a este problema de salud.
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El Canciller hondureño, Enrique Reina, conmovido por la tragedia, presentó sus condolencias a la familia y demandó una investigación rigurosa del caso.
En una serie de publicaciones en Twitter, expresó: «El Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro lamenta el fallecimiento este pasado 17 de mayo en Harlingen, Texas, de la menor Anadith Tanay Reyes Álvarez de 8 años, quien se encontraba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de los EEUU junto a sus padres y dos hermanos».
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Además, Reina se comunicó con el padre de la menor, reafirmando el apoyo del Gobierno de Honduras ante su terrible pérdida.
Es importante recordar que este es el segundo caso de este tipo en el que hay migrantes hondureños involucrados. La semana pasada, se reportó la muerte de Ángel Eduardo Maradiaga, un adolescente migrante de Honduras de 17 años que se encontraba en un refugio en Florida.
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