A pocos días de finalizar el 2019, las autoridades contabilizan un total de 64 masacres que dejaron cerca de 240 personas muertas en el país, 10 más que en el 2018.
El 2019 desde el principio mostró indicios de que sería un año violento luego de que en pleno 1 de enero, se reportara una masacre donde fallecieron tres personas en Puerto Cortés.
La gota que acabó de derramar el vaso fue que en menos de 15 días del 2019 ya había siete masacres que lamentar.
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Ante este escenario, la Secretaría de Seguridad pasó dando promesas de traer la paz, pero las muertes siguieron su andar hasta que en septiembre superó la cifra de homicidios múltiples del 2018(54).
En ese aspecto, un informe del Observatorio de Violencia de la UNAH aseveraba que, de las 54 masacres, solo había una judicializada, y hasta la fecha solo hay mínimos avances, pero no son significativos ni esperanzadores.
Si bien es cierto, en el 2017 y 2018 se redujo la violencia en gran medida con respecto a los años anteriores, en este 2019 se desbarató todo el trabajo hecho anteriormente, por lo que ahora el ministro de Seguridad, Julián Pacheco y sus asesores deben emplear un nuevo plan de contingencia que en verdad sea eficiente para devolver la tranquilidad a una Honduras herida.
Ingobernabilidad penitenciaria
De igual forma, el fracaso en la administración de los centros penitenciarios también quedó en evidencia.
El panorama de las cárceles pasó de intentos frustrados por introducir drogas y armas en zonas íntimas del cuerpo, a reyertas sanguinarias que se volvieron cada vez más frecuentes y dejaron cifras preocupantes de muertos.
Los cuatro incidentes violentos que acaecieron en Renaciendo, La Tolva, Tela y El Porvenir, Francisco Morazán en diciembre dejaron 46 muertos, una cifra preocupante que llenó de luto a sus familias, que, en estas épocas de convivencia, no podrán pasar una temporada feliz.
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El Gobierno pensó que al suspender a Rosa Gudiel y German McNeil de sus cargos como directora y subdirector del Instituto Nacional Penitenciario, las Fuerzas Armadas, a través de Fusina serían la solución a sus problemas.
Sin embargo, los miembros de esta Comisión Interventora que comanda FUSINA llevan menos de una semana en el cargo, y ya enviaron 37 notas de duelo en un lapso de 48 horas.
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