Las tradiciones con las que el hondureño nunca olvida la navidad

Un mes lleno de tradiciones y de alegría, los hondureños saben que llegó diciembre cuando empiezan a ver las coloridas luces y adornos navideños en los parques, tiendas, casas y hasta vehículos.

Saben que se aproxima la noche buena, cuando comienzan a sentir el olor a pólvora y escuchar los cuetes o cuando inician a realizar las compras de regalos que dibujarán sonrisas.

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Lo fascinante de esta época son las tradiciones que, pese al paso de los años y cualquier eventualidad, los hondureños nunca olvidan, como la decoración en las viviendas donde ya sea pequeño, mediano o grande, siempre ponen un árbol de navidad y en la mayoría de los casos en su base colocan los “nacimientos”.

En muchos pueblos se acostumbra “el robo del niño Jesús”, el cual ocurre después el 25 de diciembre a primera hora, después la familia anfitriona tiene que realizar una fiesta el 6 de enero del siguiente año, para que lo regresen.

Otra de las tradiciones son los cuchumbos y la parte más esperada es cuando llegan las 12:00 de la madrugada, hora en la que niños, jóvenes y adultos, disfrutan al reventar los morteros, petardos, chispitas, chifladores, cebollas, triángulos, varillas y las luces de bengala, para más tarde no perder la costumbre e ir al cine.

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Historiadores aseguran que lo más característico de esta época son los nacimientos y que Tegucigalpa sobresale en Centroamérica por sus tradiciones.

Pero, los hondureños nunca olvidan el verdadero significado de la navidad, por lo que muchos ven la oportunidad de asistir a las iglesias y escuchar un mensaje de esperanza.

La navidad no solo son estrenos, fiestas o comida; esta temporada sirve para unir o reforzar los lazos de amor y compartir entre las familias y amistades a pesar de las distancias, recuerde, en esta navidad, Abracemos a Honduras.