Sonja Semyonova de 45 años, se autodenomina una mujer “eco sexual”, luego de confesar que mantiene una “relación erótica” con un árbol, justificando su fetiche a que durante su vida ningún hombre le causó las sensaciones que le provoca el viejo roble.
La agencia de noticias británica SWNS, hizo un reportaje sobre la historia de esta mujer, quien contó ampliamente que su amor y relación con el árbol comenzó durante la pandemia del COVID-19, cuando caminaba por el bosque.
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Semyonova explicó que, tras mudarse a la isla de Vancouver (Canadá), descubrió que un enorme roble le provocó sensaciones placenteras.
«Me gusta la sensación de ser pequeña y estar sostenida por algo tan sólido”, agregó Sonja al revelar algunas de las causas por las que se enamoró de el árbol.
@bodystoryteller Just a reminder from my tree and me to enjoy what you enjoy and don’t worry if someone thinks you’re strange. #beyourself #loveyourself #beweird #stayweird #pleasure #pleasureheals #nature #ecosexuality ♬ Morning Dew – ratio 11
Respecto a si mantiene relaciones sexuales con la planta, ella contó que para ella este tipo de experiencia va más allá del sexo.
“Lo que busco es la presencia que siento con el árbol, pero con una persona es una fantasía (…) Había estado deseando esa oleada de energía erótica que surge cuando conoces a una nueva pareja y que no es sostenible», señaló.
Sonja expuso que bajo su punto de vista, la relación que mantiene con el árbol “es una forma diferente de explorar lo erótico”
“Ver el cambio de estaciones es (…) un acto erótico. Pasas de la muerte en invierno y luego todo vuelve a la vida en primavera y se aparea”, detalló.
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