Alcalde de New York advierte que «NO HAY MÁS ESPACIO» para migrantes en ese Estado

El alcalde de Nueva York, Erick Adams, asegura que la ciudad no ha tenido suficiente respaldo del gobierno federal y advierte a los migrantes de que «no hay garantía» de que les den ayuda si llegan a la Gran Manzana.

Adams, anunció el plan y dijo que la ciudad ha recibido 90.000 migrantes desde abril del año pasado. «No tenemos más espacio», dijo el alcalde de la urbe más grande de Estados Unidos, con 8,3 millones de habitantes.

A través de volantes notifican que «Por favor, considera otra ciudad cuando tomes la decisión de dónde asentarte en Estados Unidos», se lee en una copia.

El documento advierte que el costo de la comida, el transporte y otras necesidades en Nueva York son elevados y dice que la ciudad no puede garantizar vivienda y otros servicios sociales para los migrantes. Como parte de las medidas, los adultos solteros podrán permanecer en los refugios de la ciudad durante 60 días. Luego deberán volver a solicitar de nuevo un espacio.

El alcalde demócrata dijo que la ciudad intentará ayudar a los migrantes a encontrar vivienda con familiares y amigos. Está previsto que la ciudad habilite pronto un refugio para 2.000 migrantes, el más grande que se haya instalado en Nueva York, pero responsabilizó al gobierno federal y estatal por no brindar suficientes recursos para que la ciudad ofrezca servicios sociales a los recién llegados.

«No podemos seguir absorbiendo a decenas de miles de recién llegados por nuestra cuenta, sin la ayuda del gobierno estatal y federal», aseguró.

Una cifra récord de 105.800 personas vive en los refugios de Nueva York en este momento, incluidos más de 54.000 solicitantes de asilo.

Los detractores del nuevo plan argumentan que viola las reglas del derecho a la vivienda de la ciudad y manifiestan que Adams intenta debilitar esas reglas para afrontar la afluencia de migrantes.

En un comunicado en Twitter, la Unión Americana de Libertades Civiles de Nueva York calificó el nuevo plan del alcalde como «cruel» e «ilegal», «Va en contra de los valores de compasión y cuidado de los neoyorquinos», dijo la organización.