El representante de los derechos humanos mencionó que las cárceles de máxima seguridad no resolvieron las fugas y el control de los recintos sigue en poder de los reclusos
“En el proceso del sistema de seguridad cuando uno hace los análisis de distintas dimensiones encuentra que el tema de la rehabilitación es la que menos está tratada en el país”, manifestó el director del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH), Wilfredo Méndez, esto ante las últimas muertes y amotinamientos desatadas en las cárceles de máxima seguridad en el país.
Declaraciones de Wilfredo Méndez sobre las cárceles en Honduras [jwplayer noakgB0D]
Méndez agregó que hay que recordar que solo se cuenta con 27 centros penales, aunque hay cuatro batallones que se han habilitado para tener privados de libertad, sin embargo, hay una población carcelaria de más de 18 mil personas en estos centros penitenciarios que representa un 400% que se rebasa en su capacidad.
“El trabajo de rehabilitación se vuelve un proceso completamente complejo y el asunto del control interno en las cárceles sigue estando en manos de los privados de libertad y no de los funcionarios que atienden estos centros penitenciarios”, explicó Wilfredo.
El proceso de las cárceles de máxima seguridad era para poder sustraer de los centros penales ordinarios a reos de alta peligrosidad y que no se convirtieran en una amenaza para los propios internos y para que no se dieran procesos de fuga y para descongestionar las cárceles, pero esto no ha funcionado deploró Méndez.
Lea También: Defensores de DDHH dicen que son varios los policías que lideran bandas del crimen organizado“Los amotinamientos son productos de la ingobernabilidad de los funcionarios públicos y contribuye a los procesos de fuga y al riesgo inminente dentro de los recintos penitenciarios”, concluyó.
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