Indignación y desesperanza, son los sentimientos que acompañan a la familia de la joven Andrea Cano, quien era estudiante de Ingeniería y  se dedicaba a la fabricación de muebles, lamentablemente fue asesinada al interior de un rapidito en el sector Rivera Hernández de San Pedro Sula. 

Andrea Yamileth Cano Rosales de 21 años, abordó el rapidito de la muerte sin saberlo, ese día se dirigia a clases de inglés cuando murió de forma violenta.

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Fiel creyente de sus principios, amorosa, leal, trabajadora y honesta, son algunos de los atributos con que la recuerda su padre Edwin Cano.

«Mi hija tenía muchos sueños, no merecíamos esto», expresó Edwin Cano.

Además, recordó que la joven estuvo de cumpleaños el lunes 7 de febrero y esperaban celebrarlo el martes 8, sin imaginar que ese dia apagarían sus sueños.

«El lunes estuvo de cumpleaños y en la casa le teníamos un pastel y hoy (ayer) se lo íbamos a partir», expresó.

La joven trabajaba con su padre en la fabricación de muebles y cursaba la carrera de ingeniería en sistema en la universidad.

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«Mis hijos son muy apegados a mí. Yo los crié sin mamá, solo yo. Ella tiene mamá, pero está en otro lado», continuó detallando su padre.

Asimismo, Edwin Cano, suplicó a Dios por justicia divina y lamentó que la violencia esté causando dolor a su familia.

«Yo no pido justicia terrenal, pido justicia divina, la justicia de Dios es mejor todavía y la única que puede hacer la diferencia. No merecíamos esto y si hubiéramos hecho algo lo aceptaríamos», manifestó.

Versiones preliminares indican que, Andrea Cano, iba junto a una hermana en el rapidito y al ver que un hombre a bordo de una motocicleta disparó contra el conductor, ellas intentaron bajarse del automotor, sin embargo, uno de los disparos impactó en la cabeza de la joven.