La delincuencia en el país se ha agudizado a raíz de la crisis económica, por lo que los grupos delictivos acechan a la orden del día y con nuevas formas de operar.
Una joven hondureña que por poco se convierte en víctima de un secuestro exprés, decidió compartir su experiencia a través de las redes sociales para alertar a la población.
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Los hechos se remontan al viernes 13 de agosto; durante horas del mediodía la hondureña esperaba que uno de los semáforos del Bulevar Morazán, en la esquina del paseo Los Castaños, se pusiera en verde para continuar su paso.
Previo al cambio de color, una señora se le acerca para preguntarle “mamita, ¿sabes dónde queda la casa del cambio? Mira que necesito llegar y ando desde las 6:00 a.m. dando vueltas, me podés ayudar”, relata que la mujer que aparentaba unos 65 años, estaba ansiosa, nerviosa y a punto de llorar.
La joven le dice que desconoce alguna casa de cambio y le sugiere que le pregunte a uno de los guardias de Paseo Los Castaños, no obstante, ella le insiste, “no seas mala, guíame en donde queda, ando desde temprano queriendo cambiar esto. Te voy a pagar, acompañame”, al tiempo que le muestra una enorme cantidad de dólares denominaciones de 5, 20 y 50.
Ante la negativa de la hondureña, le explica que “no puede preguntarle a cualquier persona porque se los van a querer quitar”, y otra señora de unos 58 años se acerca a ellas.
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“¿Por qué no la quiere acompañar?, Que barbaridad, todo es voluntad, si ahí no más por Ficohsa dicen que queda, que jóvenes los de ahora”, le dijo la otra mujer en tono de regaño.
Momento crucial
(Relato inédito)
«Pero en lo que están hablando conmigo siento que me están como orillando, de manera que yo le diera la espalda al tránsito de vehículos, cuando en eso se ha parado un taxi, un tipo abrió la puerta trasera y solo escuché que dijo «¡Vivassss ahí!» y las señoras intentaron empujarme, de manera que yo cayera de espaldas al asiento del carro.
Cando tratan de empujarme me abalancé sobre ellas, pues por fortuna no soy tan pequeña y ellas eran de baja estatura.
Cuando me tiré sobre ellas no me percaté de la cadena que han colocado ahí (para evitar que los carros de estacionen) y me caí, me raspé las rodillas, tobillo, la mano derecha, del impacto caí con el codo, del cual me siento mejor… Era un secuestro express.
No se cómo tuve fuerza para levantarme, lo único que logré ver es que el taxi hulló, el guardia de Castaños salió corriendo a auxiliarme pero yo no hice caso a nada, solo quería huir de ahí y los vehículos empezaron a pitar de forma exagerada, todos vieron que me querían meter al vehículo, solo oí que unos me ofrecían ayuda…
“Subite a mi carro, te ayudamos, llamemos al 911 venite”
Yo solo huí y no sentía dolor. Por fortuna, pude llegar al Centro que era hacia donde iba, busqué de mi amiga Zurani Mole a quien le agradezco haberme ayudado y hasta después caí a la razón de lo que había pasado, empecé a sentir dolor, ansiedad, me sentía realmente mal».
Cabe señalar que las autoridades policiales han hecho un llamado de atención a los hondureños a que estén alertas de los diferentes métodos de extorsión del crimen organizado.
¿Usted qué opina?