Los incrédulos pobladores ya tenían sospechas de esta intención de desalojo; pero albergaban una esperanza, creyendo que la situación argumentada por millares de migrantes, que en Honduras les resultaba difícil vivir, las autoridades no se atreverían a dejarlos en la calle .
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En un principio los pobladores se resistieron a acatar la orden de desalojo, pues argumentaban que no contaban con un lugar hacia dónde ir, ellos habitaban el bordo de El Pedregal, ubicado al noroeste de San Pedro Sula, una zona que para infortunio de ellos, ahora ha adquirido alta plusvalía debido a la proliferación de elevados edificios de condominios.
Lea También: Ordenan el desalojo contra más de una veintena de familias en San Pedro SulaSe trata de un predio municipal, una estrecha franja de terreno que colinda con el afluente del río Santa Ana y un lote propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en donde también en el reciente pasado fue objeto de dos desalojos, en esa ocasión por orden judicial.
Producto del desalojo, que los pobladores temían que en cualquier momento podría suceder, #NoAlMalTratoInfantil los niños de edad escolar no fueron a recibir el pan del saber hoy, y como quedaron en la calle, tampoco podrán asistir a los últimos días de clases; es más, el año escolar en este momento, es la menor preocupación para los papás de ellos.
Al ser una propiedad municipal, los ocupantes del predio, que argumentaron tener muchos años de vivir en esta zona, se resistían a abandonarlos y por la presión policial algunos prefirieron prender fuego a sus escasas pertenencias.
Lea También: (VIDEO) Desalojo en La Lima: Tractor destruye viviendas y todo lo que encuentra a su pasoAl subir de tono los ánimos el desalojo se tornó violento, saliendo a relucir los garrotes, las piedras, incluso hasta unos nuevos dispositivos eléctricos con que cuenta la policía, del que producto de la descarga recibida un ciudadano debió ser asistido de emergencia, debido a complicaciones de salud.
¿Usted qué opina?