Con dolor y sin encontrar razón del dantesco hecho, familiares y amigos dieron el último adiós a las occisas
Ligia Daniela, la bebé de apenas dos meses de nacida, y su abuela, Ligia Baquedano de 50 años de edad, fueron enterradas este miércoles bajo las lágrimas y el dolor de los familiares y amigos que están golpeados por este brutal crimen.
Video del entierro de abuela y nieta asesinadas en Choluteca.
Todos los pobladores no entienden el porqué del crimen, pues la señora Baquedano era una mujer que sólo pasaba en su casa haciendo tortillas para vender.
A eso de las 7:15 de la mañana partió la marcha fúnebre desde el barrio Los Fuertes, donde fueron veladas, al cementerio correspondiente.
El pasado lunes, desconocidos ingresaron armados y comenzaron a disparar sin mediar palabra, donde no tuvieron piedad ni con la inocente bebé que murió súbitamente por las balas después de dos meses de haber venido al mundo.
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“Ella no se metía con nadie, no salía del cuarto, sólo esperando quién le venía a comprar tortillas”, expresó la hermana de Ligia con lágrimas en los ojos
La representante del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Choluteca expresó que “pedimos y esperamos que el Ministerio de Seguridad haga lo pertinente en relación a las investigaciones porque me imagino que ya tendrán adelantado alguna parte de a qué se debió este hecho”.
“Todos estos hechos son condenables, no se pueden justificar de ninguna razón humana, ni por el mismo Dios, expresó un padre de la iglesia católica de esa localidad.
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Cabe señalar que en las últimas dos semanas tres bebés han perdido la vida violentamente en Honduras. El pasado 30 de abril se suscitó una terrible masacre en la que murieron 7 personas, entre ellas un bebe de apenas un añito, identificado como Marvin Isaac Chavarria. A esto se le sumó un hecho escalofriante donde una madre mató con una piedra a su propio recién nacido.
En otro caso un niño de cuatro meses de edad de nombre Gustavo Morazán Ruiz, fue ultimado el jueves 27 de abril, pasó sus últimos instantes de vida junto a su abuela, Gloria Argentina Varela (50), ellos murieron súbitamente por individuos armados que dispararon contra su humanidad en su propia vivienda en las cercanías del Cerro Juana Laínez en Tegucigalpa.
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