Las águilas se pasearon por el Humberto Micheletti y dejaron claro que están muy cerca de su decimoquinto título que puede llegar el próximo domingo en el nacional
El Motagua goleó 4 goles por 1 al Honduras Progreso y prácticamente dejó sentenciada la gran final. Los azules ahora tendrán un dulce viaje de regreso a la capital esperando esta semana para preparar el partido de vuelta que en papel se mira cómodo para manejar. El equipo ribereño se dejó llevar por sus emociones y no fue rival para un Motagua que vino muy concentrado así como afirmaba su cuerpo técnico durante la semana.
Los porteros fueron protagonistas negativos en el primer tiempo. A los 24 minutos Franklin Morales aprovechó un mal rechazo del argentino Jonathan Rugiere y puso a soñar a todo el perla del ulúa con el 1 por 0. En ese momento el partido lo dominó el Honduras hasta el grave error que cometió Sandro Cárcamo al minuto 30, cuando no observó que Marco Vega se encontraba detrás de el al momento de poner el balón a tierra, el astuto delantero robó la esférica y definió a boca de jarro para empatar el encuentro.
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Al parecer este fallo se mantuvo en la cabeza de los jugadores ribereños y Motagua observó que podía dejar malherido a los dirigidos por Wilmer Cruz. Erick Andino Portillo a los 63 minutos hizo una jugada de lujo dejando atrás a su marcador y definió arriba, adonde no podía llegar el aturdido arquero progreseño. La afición se preocupaba ya que no observaba reacción de su equipo y Motagua comenzó a poner en práctica su juego ofensivo.
El «Superman» envió a la cancha todo su arsenal con la orden de ir arriba y buscar el empate. La zona defensiva quedó abierta ante los laterales y atacante motaguenses que en el contragolpe definieron posiblemente el curso de esta gran final. El 3 a 1 lo hizo el chino Discua a los 70 minutos, luego de un excelente pase de Marco Tulio Vega, que por fin se destapó con goles y fue peligroso al momento de ir al ataque. El ex Real Sociedad puso el último clavo al ataúd progreseño en el cuarto minuto de descuentos con una jugada de riñones y mucho corazón, Vega soltó un riflazo que rebotó en el defensor Dixon y esto cambió completamente la dirección del balón. Los aficionados locales alentaron en todo momento al equipo y comenzaron a abandonar el estadio con el último grito de gol motaguense.
El Motagua viaja hoy rumbo a Tegucigalpa y sus directivos definirán la fecha para el encuentro del próximo fin de semana. Se maneja en este momento el hecho que la final puede ser sábado, ya que Motagua se coronó campeón anteriormente en este día cuando venciendo a la Real Sociedad. Wilmer Cruz tendrá que trabajar mentalmente a su equipo que con seguridad ha quedado traumado después de este partido.
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