Hace una década, en Lisboa, el Real Madrid conquistó su décima Champions League frente al Atlético en una final que quedó grabada en la memoria de los aficionados.
Sergio Ramos se convirtió en el héroe para el Real Madrid al llevar el partido a la prórroga con su gol en el minuto 90+3, dejando a los seguidores del Atlético con la amarga sensación de haber rozado la gloria y perdido su primera Champions.
La relación del Real Madrid con la Copa de Europa/Champions League ha sido una montaña rusa, con épocas de gran éxito como en los años 50 y la transición al nuevo milenio, intercaladas con periodos de sequía preocupante.
Antes de la final de Lisboa, el equipo blanco llevaba nueve años sin levantar la Orejona, y el camino hacia el título bajo la dirección de Carlo Ancelotti, con Zinédine Zidane como su ayudante, fue lleno de obstáculos.
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Aunque un error de Casillas permitió al Atlético ponerse por delante en la primera mitad con un gol de Godín, el Real Madrid no se rindió y presionó en la segunda mitad, destacando la actuación de Di María. La fe y el ímpetu, personificados en Sergio Ramos, llevaron el partido a una prórroga que resultó ser un calvario para un Atlético desmoralizado.
Con un equipo rival desarmado y desanimado, el Real Madrid marcó tres goles más en la prórroga, con Bale, Marcelo y Ronaldo como autores. A pesar de la euforia del triunfo, la celebración del gol de Ronaldo fue objeto de críticas por parte de algunos aficionados rivales.
Este éxito marcó el resurgimiento del Real Madrid en la Champions, continuando con tres títulos más bajo la dirección de Zinédine Zidane como entrenador principal.
