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Trump se ensaña con inmigrantes detenidos en centros de reclusión de EEUU

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El gobierno de Trump busca encontrar espacio en las cárceles rápidamente para sus medidas contra la inmigración ilegal.

Durante más de quince años, los centros de detención para los inmigrantes que esperan a ser deportados han tenido que seguir una lista creciente de requisitos: notificar a los funcionarios de inmigración si un detenido pasa dos semanas o más en confinamiento solitario; vigilar cada quince minutos a los presos que han mostrado tendencias suicidas y evaluar su salud mental todos los días; informar a los detenidos, en idiomas que puedan entender, cómo obtener atención médica, y contar con un miembro del personal que pueda hablar en inglés a favor del detenido en audiencias disciplinarias.

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Sin embargo, debido a que el gobierno de Trump busca encontrar espacio en las cárceles rápidamente para sus medidas contra la inmigración ilegal, ha decidido limitar estas reglas con la finalidad de persuadir a más alguaciles y funcionarios locales de que pongan a disposición sus instalaciones correccionales.

De acuerdo con dos funcionarios de Seguridad Nacional que tienen conocimiento de los planes, los nuevos contratos carcelarios incluirán un conjunto de normas mucho más laxas. No harán mención de la necesidad de servicios de traducción, por ejemplo. Una regla actual que establece que se puede solicitar que los detenidos tengan acceso a una evaluación médica de un profesional 24 horas después de su detención se cambiará por el requisito de que las prisiones cuenten con procedimientos para proveer servicios de salud.

Los nuevos contratos requerirán que las cárceles mantengan políticas para la prevención del suicidio, el confinamiento solitario y otro tipo de cuestiones; sin embargo, no especificaron qué deberán contener dichas políticas.

Además, un memorando interno reportado por The Washington Post indicaría que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por su sigla en inglés) ha identificado 27 instalaciones o prisiones locales con espacio potencial para 21.000 detenidos. Eso aumentaría la subcontratación de prisiones por parte del ICE, que solo opera el 10 por ciento de los centros de detención de migrantes.

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Con los cambios, los migrantes detenidos estarán sujetos a los mismos estándares que reos de delitos del fuero común. Eso rompe con una filosofía de larga data según la cual las personas arrestadas por violaciones migratorias, consideradas por la ley como detenidos “civiles”, deben recibir un tratamiento distinto.

Kevin Landy dirigió Oficina de Políticas de Detención y Planeación de ICE en el gobierno de Obama. Donald Trump planea cerrar esta oficina

Los funcionarios mencionaron que el ICE ya aprobó el nuevo lenguaje contractual y que estaban esperando la aprobación final del Departamento de Seguridad Nacional.

Kevin Landy, director de la Oficina de Políticas y Planeamiento de la Detención del ICE durante el gobierno de Obama –oficina que desaparecerá–, dijo que los cambios implican un distanciamiento de los años de esfuerzos para mejorar la salud y la seguridad de las personas detenidas por violar las normas migratorias. “La decisión de abandonar simultáneamente las normas carcelarias podría tener consecuencias desastrosas para la salud y la seguridad de estas personas”, comentó.

Algunas de las reglas que serán eliminadas fueron establecidas para prevenir casos como el de Irene Bamenga, una mujer francesa encarcelada en 2011 por quedarse más tiempo del permitido por su visa. Murió de una falla cardiaca después de que sus medicamentos fueran confiscados y que no se hiciera caso a sus solicitudes de atención médica.

“Si el gobierno actual pretende depender más de instalaciones de de detención locales para personas arrestadas por violaciones migratorias civiles o administrativas, pueden confiar en que habrá más desastres como lo que sucedió con Irene Bamenga”, dijo Michael D. Lurie, el abogado que representó a la familia de la mujer francesa.

Sarah Rodriguez, subsecretaria de Prensa de ICE, se negó a hacer comentarios sobre contratos específicos, pero declaró que “ICE se toma muy en serio la salud, la seguridad y el bienestar de aquellos bajo su cuidado. Mientras se exploran nuevas opciones, el compromiso de ICE de mantener instalaciones excelentes y proveer atención médica de primer nivel a aquellos que estén bajo nuestra custodia no ha cambiado”.

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