Judiciales Nacionales

Triste historia de maltrato infantil se reporta tras detención de King Kong sampedrano

Maltrato infantil King Kong sampedrano
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A Héctor Manuel Turcios, que pedía dinero en las calles de San Pedro Sula con un disfraz de King Kong, se le dictó la medida de prisión preventiva por maltratar a sus hijastros y su compañera de hogar.

El auto de formal procesamiento que mantendrá, por ahora, a Turcios tras las rejas fue decretado por una juez de Letras Penal.

A Turcios se le acusa de los delitos de trata de personas en la modalidad de trabajo forzado, maltrato familiar y otras agresiones sexuales contra dos de sus hijastros y su pareja.

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Por ahora, el imputado permanecerá recluido en el Centro Penitenciario de Siria en El Porvenir, Francisco Morazán.

La Audiencia Preliminar se llevará a cabo a el viernes 24 de septiembre de 2021 a las 10:00 a. m.

Historia de maltrato

Tras la imagen de paternidad transmitida por la familia y sus disfraces, habían numerosos maltratos.

Las investigaciones que han realizado las autoridades de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) han formulado un triste relato que involucra a toda la familia.

Tras la llegada de Turcios al hogar de los afectados, este empezó a obligar a todos los pequeños a pedir dinero desde el Monumento a la Madre, pasando por el Bulevar del Sur, la Cervecería y una Farmacia de la zona.

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El hombre exigía a los pequeños reunir 500 lempiras diarios de la caridad de los sampedranos que tocaban su corazón y pensaban estar apoyándolos.

Los días en que los niños no lograban recolectar este monto, Turcios descargaba su ira contra ellos castigándolos severamente, llegando a obligar al menor de los hermanos a dejar de asistir a la escuela.

Cuando la madre trataba de defender a sus hijos de este terrible abuso, sufría golpizas por parte de su pareja.

La denuncia

El Bulevar del Sur fue el sitio en que los niños corrieron a la policía y pusieron fin a las vejaciones de su padrastro.

Una ocasión en que uno de los niños fue reprendido por la falta de los 500 lempiras significó el punto de quiebre para la madre.

Esta última dio instrucciones a sus niños de pedir socorro a los primeros policías que se encontrasen en el bulevar.

Una patrulla policial, que circulaba por la zona, fue la que recibió el pedido de auxilio de los infantes, para luego llevarlos a una estación de la Policía Nacional, en donde reportaron la situación.

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