Durante la pandemia del coronavirus, hasta el sector criminal disminuyó sus acciones delictivas como la extorsión a los transportistas.
Así lo reveló el dirigente de los transportistas, Rigoberto Galo, quien se muestra sorprendido por la aparente “comprensión” de los mareros, quienes cesaron sus actividades ilícitas en plena emergencia sanitaria.
“Gracias a Dios, cuando comenzó esta situación nos estuvieron presionando, pero se les ablandó el corazón a estas personas y han parado la extorsión, sin embargo, no sabemos, qué es lo que pasará después”, indicó.
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De la misma forma, aprovechó para declarar al sector transporte en completo estado de calamidad, pues ante la falta de ingresos, tuvieron que suspender varios de sus trabajadores de oficina.
Además, explicó que los bancos les siguen cobrando deudas, y ellos no tienen como pagar, luego de casi dos meses sin laborar.
Galo manifestó que las cuentas por pagar que tienen los transportistas con centros financieros asciende a los mil millones de lempiras.
Ante esta situación, asegura quiere conversar con las autoridades para lograr llegar a un consenso beneficioso.
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