Tal como sucede con la antorcha de la independencia en septiembre, o la Llama Olímpica, Honduras relevó el tema del TPS en manos de 26 senadores, quienes llevarían a otro nivel esta llama de esperanza para millares de compatriotas en Estados Unidos.
Enfocados en las profundas raíces que muchas familias de hondureños tienen, tras décadas de haber formado parte del desarrollo económico y social de ese país, es que organizaciones de apoyo y defensoras de derechos civiles en Estados Unidos apelan clemencia ante el gobierno de ese país.
Tanto en la comunidad hondureña, como en las demás hispanas, es creciente la incertidumbre acerca de su permanencia en ese país, debido al endurecimiento de la política anti inmigración que promueve el gobierno del presidente Trump.
Es el caso del programa TPS, bajo el cual cerca de 57 mil hondureños están acogidos y del que diversos funcionarios han manifestado que llegó el momento de clausurarlo.
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Situación que es extensiva a nicaragüenses, haitianos, hondureños y salvadoreños; por lo que el gobierno de ese país vecino ya ofrece servicios de asesoría legal a sus compatriotas.
En el caso de Honduras, en días recientes presentó una solicitud ante un regular grupo de senadores, consistente en que Estados Unidos brinde una nueva extensión por 18 meses, también la regularización de los compatriotas que allí residen.
Muchos de los paisanos que hace muchos llegaron al país del norte, no solo formaron familias, también forjaron un patrimonio que hoy son ejemplo de trabajo de la comunidad “hispana” en los Estados Unidos.
Según fuentes de la Cancillería, la solicitud hondureña fue bien recibida por 26 senadores, quienes ofrecieron plantearla ante el Secretario de Seguridad Nacional John Kelly y al secretario de Estado Rex Tillerson.
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