En una conmovedora ceremonia, el hijo de Moisés Canelo, el querido cantautor hondureño, se despidió de su padre rodeado de familiares y amigos.
Con el corazón en la mano, el joven compartió recuerdos entrañables y anécdotas que reflejaron el impacto que Moisés tuvo en su vida y en la música del país.
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“Para que Honduras creciera con base en una educación y en una cultura, especialmente en el arte él decía que esto lo alimentaba a uno y que ayuda a que uno se produjera en una mejor persona”, expresó Max Canelas.
Durante la despedida, se escucharon las melodías más emblemáticas de Canelo, llenando el ambiente de nostalgia y gratitud. Los presentes vestidos de negro se unieron en un homenaje, recordando no solo su legado musical, sino también la calidez y el espíritu generoso que siempre lo caracterizaron.
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Este emotivo adiós no solo marca la partida de un gran artista, sino que también resalta la huella imborrable que dejó en el corazón de su familia y en la cultura hondureña. Su música seguirá viva en quienes lo amaron, asegurando que su memoria perdure por siempre.
La sepultura se realizó el pasado domingo (29/09/24) en el cementerio Jardines del Recuerdo, donde descansará junto a los homenajes de quienes tanto lo quisieron.