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¿Por necesidad? Este fue el emprendimiento de las hijas de Juan Orlando Hernández durante se estancia en Taiwán

¿Por necesidad? Este fue el emprendimiento de las hijas de Juan Orlando Hernández durante su estancia en Taiwán

Isabela Hernández y Daniela Hernández, hijas del expresidente Juan Orlando Hernández, en su podcast «Las Hernández Podcast», compartieron una experiencia única que vivieron mientras residían en Taiwán.

Durante su estancia en la isla, las hijas del expresidente Juan Orlando Hernández, decidieron emprender un negocio de postres, inspiradas tanto por su amor por la repostería como por el impulso de sus amigos.

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El emprendimiento, al que llamaron Bacology, que significa «la ciencia de los postres», nació en septiembre de 2020, durante su estadía en Tawán, lugar en el que cursaban sus estudios uiversitarios.

Siempre nos ha gustado la repostería, ya que nuestras abuelas nos enseñaron a hacer postres desde pequeñas. Nuestra abuela Lotti, por ejemplo, nos levantaba temprano para preparar panes o donas”, recordó Isabela en el podcast.

Además de la tradición familiar, las hermanas Hernández encontraron la motivación para emprender al notar la falta de postres latinos en Taiwán, especialmente los que disfrutaban en su hogar.

Al principio, las hijas del expresidente estaban un poco inseguras sobre el negocio, pero pronto superaron sus dudas. “Aunque al principio nos dio miedo dar ese paso, nos dijimos: ‘¿qué vamos a perder?’, y eso nos motivó a seguir adelante”, expresó Isabela.

Bacology se especializó en postres típicos de la cultura latina, como alfajores, semitas, tres leches, cheesecake de maracuyá, entre otros.

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A pesar de los desafíos que enfrentaron al no encontrar ciertos ingredientes en Taiwán, las hermanas encontraron soluciones creativas. Por ejemplo, en lugar de dulce de leche, utilizaron leche condensada para preparar la receta, y en lugar de crema agria, optaron por yogur.

La falta de ingredientes tradicionales se convirtió en una oportunidad para experimentar y crear versiones adaptadas de los postres que les gustaban.

El negocio no solo les brindó la oportunidad de compartir sus tradiciones, sino también una valiosa experiencia de aprendizaje. “Aunque fue algo pequeño, nos dejó tanto, y estamos muy orgullosas de haberlo hecho”, concluyó Daniela.

El emprendimiento de las hermanas Hernández, aunque breve, les permitió salir de su zona de confort, aprender sobre la cultura empresarial y experimentar con nuevos sabores, todo mientras mantenían viva su conexión con las raíces latinoamericanas.

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