– ¿En cuántas sociedades de don Juan Carlos Bolaños Rojas usted participa? – Inició el diputado Ottón Solís su interrogatorio. – ¿Ya sea como socia o como miembro de la junta directiva?
– Por recomendación del licenciado el señor Villalobos,- respondió Ana Laura Suárez y siguió – me voy a abstener de declarar de conformidad con los derechos y las garantías que me da el artículo 36 de la Constitución Política, el 205 del Código Procesal Penal, el 112 del Reglamento Legislativo y el el voto 173962 de la Sala Constitucional.
– ¿Usted me está diciendo, doña Ana Laura, que no va a contestar ninguna pregunta? – preguntó el diputado.
– No, señór Solís – respondió la que enfrente era interrogada.
– ¿Por ejemplo quiénes han estado en su casa?
– No, señor, me voy a amparar en los derrechos que tengo constitucionalmente.
– ¿Usted toma decisiones en Veasa?…
– Señor diputado, le repito con todo respeto, me voy a abstener a declarar – repitió la señora Suárez.
– Doña Laura, si nada debe nada teme – continuó el legislador – ¿por qué no nos contesta preguntas sobre este tema? Usted es socia, no está aquí como la cónyuge de Juan Carlos Bolaños Rojas, usted está aquí como socia y miembro de la junta directiva de empresas que han solicitado créditos, que manejan aeronaves, que han sido utilizadas o prestadas a políticos del país. No está aquí porque sea la cónyuge. Usted es la protagonista de las empresas que están siendo sujetas a una serie de cuestionamientos por el trámite de créditos, etcétera. ¿Por que es que se abstiene de confesar? Le reitero, el que nada debe, nada teme, ¿qué es lo que usted teme?
¿Usted qué opina?