El exlegislador del Partido Liberación Nacional (PLN) y aún candidato por una diputación para las próximas elecciones, Víctor Hugo Víquez, esperará hasta después de su comparecencia ante la comisión investigadora del «cementazo» para anunciar qué ha pasado con la renuncia a su aspiración a llegar a Cuesta de Moras.
Víquez habían anunciado su renuncia por medio de una rueda de prensa el 26 de octubre anterior, en la que también participó Antonio Álvarez Desanti, candidato presidencial verdiblanco.
Sin embargo, dos semanas después del anuncio, Víquez no ha presentado su desinscripción ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y más bien ha enviado un derecho de respuesta a la prensa nacional, en donde explica que siente haber sido víctima de un juicio político, promocionado por los medios.
“Luego de hacerse público en casi todos los medios de comunicación esos mensajes, en menos de 12 horas, sin atenderse deliberada y convenientemente lo resuelto por la Procuraduría, fui objeto de noticia nacional, se me sometió a un juicio mediático agresivo y abreviadísimo, fui juzgado injustamente por la opinión pública y los medios de comunicación y, lo peor, linchado política y personalmente tomando como base únicamente el escarnio público que se hizo en mi contra por esos mensajes”, alega el político.
Para Víquez, el hecho de que esto haya salido justo en este momento, responde a las intenciones de alguien, para manchar su nombre y afectar su carrera política.
“Aunque presumo quien informó a la prensa de lo anterior así como las razones que tuvo, lo hecho me ha causado un daño irreparable a mi honor, prestigio y honra, pues saca a relucir esos mensajes CUATRO AÑOS DESPUÉS (resaltado del texto original) de forma mal intencionada, tratando de ligar los mismos con el caso que investiga la Comisión Legislativa del préstamo del Banco de Costa Rica a Sinocem, desde luego, sin ninguna relación sustancial ni temporal, con la sola intensión de afectar mi reputación y mi legítima aspiración política”, indica la carta de Víquez.
El liberacionista relata también que la Procuraduría de la Ética no encontró en el 2013 que hubiera nada que indicara un caso de tráfico de influencias.
“Jamás solicité otorgarle al señor Bolaños ninguna ventaja más allá que se investigara el asunto en cuestión, tampoco solicité que le otorgara un contrato, falacia reiteradamente argüida. La señora Presidenta Ejecutiva rechazó mi solicitud a lo que respondí inmediatamente en sendas ocasiones, de manera respetuosa disculpándome por haberle escrito sobre el tema, reconociendo con hidalguía mi imprudencia”, enfatiza Víquez.
En Once Noticias contactamos con el exdiputado, preguntándole cuál es la situación con la renuncia anunciada, sin embargo el político solo dijo que por recomendación de su abogado, no puede hablar del caso, al menos hasta que haya declarado ante la Asamblea Legislativa.
Horas después de publicada la nota original, se contactó de nuevo con Víquez, no obstante, él mantuvo su posición de que sería hasta después que daría más declaraciones a la prensa.
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