Los miembros del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) no dan un paso atrás y se rehúsan al diálogo con las autoridades académicas.
La huelga y toma de edificios por parte de miembros del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) ya cumple dos semanas y no se avizora un final positivo en esta crisis.
Una megamarcha, una huelga de hambre y un rotundo “no al diálogo” son algunas de las medidas tomadas por los universitarios que exigen la inmediata renuncia de la rectora Julieta Castellanos, la descriminalización de las protestas y la suspensión del juicio contra 20 alumnos detenidos y acusados de usurpación.
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Ayax Irías, vicerrector de Orientación y Asuntos Estudiantiles, habría indicado que, si las clases no se retoman esta semana, la UNAH estaría analizando la cancelación del tercer periodo que debe comenzar en septiembre y alargar el periodo actual por unas semanas para recuperar los días perdidos.
Irías señaló que las protestas “sin fundamento” del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), afectan a más de 87 mil estudiantes, al tiempo que reiteró la propuesta de diálogo por parte de las autoridades del Alma Máter.
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Exámenes en el pasillo
El sábado, alumnos de la Facultad de Ciencias Económicas, realizaron sus exámenes de la semana pasada, en los pasillos del campus en Tegucigalpa, debido a que el acceso a las aulas permanece bloqueado.
Mientras tanto, el vocero del MEU, Fausto Cálix, manifestó tajantemente que no se sentarán a dialogar con la rectoría ni con sus delegados, porque estas les “mintieron y violaron el acuerdo” que ambas partes firmaron hace un año.
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