Durante su vida profesional hizo reír y entretuvo a la familia, pero en medio de un profundo dolor, Honduras despidió al cuentista del folclor hondureño, Jorge Montenegro.
[jwplayer NbhlHBfw]En las exequias de “Mountblack”, como así mismo a veces se hizo llamar en sus programas radiales, acompañaron a la acongojada familia, personas que fueron sus “fans”, quizá de su infancia, otros quizá de toda su vida, amigos cercanos, colegas de los medios comunicación, todos muy desconsolados por la irreparable partida del hombre de los “Cuentos y Leyendas de Honduras”.
Don Jorge Montenegro había logrado “entretener” incluso a la muerte, pues algunas veces debió ser hospitalizado, también someterse a una cirugía, pero al final tuvo que dejar caer el telón y dar este último e inevitable paso, dejando tras de si, una rica estela artística autóctona.
Lea También: Periodista lanza libro para costear tratamiento médico (VIDEO)En cierta ocasión contó que, de niño a menudo escuchaba a su mamá narrar historias de espantos que lo hacían temblar de miedo; pero con el tiempo las fue asimilando y guardándolas en su propio repertorio; contaba apenas con 14 años cuando comenzó a trabajar en radio.
En este género de comunicación masivo desempeño varias funciones, hasta que un 9 de septiembre de 1964 surcó los aires el primer programa de “Cuentos y Leyendas de Honduras”, por supuesto, no fue por coincidencia que la hora de transmisión escogida por Montenegro haya sido las 8 de la noche. Recordando que eso fue durante una época en que la todavía Honduras rural, la vida nocturna prácticamente no exístia.
Durante cinco décadas entretuvo a la población dando a conocer todos esos relatos legendarios que, con una mezcla entre lo macabro, lo humorístico y creatividad, dejaron una marcada huella en el escenario cultural hondureño.
Un amigo muy allegado a él y colega artístico, Vicente Valladares, con quien en determinados momentos compartieron micrófonos nos relata su sentimiento en esos momentos tan tristes.
El popular «Chente» Valladares recuerda con nostalgia, momentos que tuvo en común en la profesión de la radiodifusión. [jwplayer 45Qo32LQ]“Sentimiento de tristeza pero al mismo tiempo de paz en el señor porque Jorge se fue con cristo, fue un tiempo de agonía muy doloroso; tuve la oportunidad de estar con él sábado y…y despedirnos prácticamente, él siempre dando un consejo, me decía: “Cuídese Chentío, valla y chequéese porque estas cosas de repente salen”.
“Me decía Allan (hijo de don Jorge) que estaba leyéndole un libro ayer mientras estaba muriendo y le dice: ‘Allan, callate negro, déjame morir’ y…así era Jorge en sus…su humor nunca le faltó”.
Mientras “Chente” Valladares hacía esta nostálgica remembranza, sus ojos comenzaron a verse anegados por las lágrimas. No obstante continuó. “Los consejos que nos dio nos sirvieron, logré trabajar con él 18 años y la experiencia que he tenido en la radio, se la debo a Dios primer lugar, ese don que medio; pero a Jorge, porque Jorge nos enseñó, nos metió en ese programa, para poder lograr lo que somos ahora”.
Valladares recordó que cuando él escuchaba Cuentos y Leyendas de Honduras, ni siquiera conocía a quien llegó a ser su maestro en la radiodifusión y que haber llegado a trabajar con él resultó en un grato honor. “Hoy mi respeto para Jorge”, Finalizó.
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