Múltiples muertes violentas se han reportado en el país durante los últimos días; este viernes no ha sido la excepción.
Se trata de un hondureño que laboraba como guardia de seguridad en una gasolinera de Santa Rita, Yoro.
La víctima, cuyo nombre aún no ha sido revelado, vestía una camisa verde y pantalón.
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De acuerdo a la información preliminar, dos sujetos en motocicleta dispararon al hondureño sin mediar palabras. Las heridas de bala le provocaron la muerte casi inmediata.
Tras el fatal desenlace las autoridades policiales acudieron al lugar y acordonaron la zona, para que posteriormente el personal de medicina forense realizara el respectivo levantamiento.
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Otras dos personas fueron victima de la ola de violencia y criminalidad que azota de manera insaciable los diferentes puntos de la capital del país.
Según informes preliminares, la primera víctima fue acribillada por sujetos desconocidos frente a una iglesia mormona en la colonia Torocagua de Tegucigalpa.
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El ahora occiso identificado como Pedro Álvarez, tenía aproximadamente 30 años de edad, y según sus familiares, él era un hombre tranquilo que no tenía enemistades.
Trasciende que el estaba camino a comprar víveres en un establecimiento de este sector, cuando personas aún no identificadas lo interceptaron, quitándole la vida con un arma de fuego.
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