Un total de ocho niños y dos adultos son los reportes de las personas que se han visto afectadas por la quema de pólvora.
El cirujano, Carlos Flores, lamenta que pese a que haya una ley de prohibición municipal, la gente aún continúe en el ejercicio de esta práctica que resulta dañina para los que no lo hacen con responsabilidad.
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Asimismo detalló que son alrededor de 20,000 a 30,000 lempiras los que invierten a diario en tratamientos médicos por quemaduras.
Flores expusó que pese a que ya han amputado dedos,manos, pies e incluso reportes de gente que perece producto de laceraciones graves, los hondureños no tomen conciencia de ello.
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De la misma manera, hace un llamado para que penalicen a todos aquellos vendedores que inducen a menores de edad a que les compren los famosos “cuétes”.
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