Cuando se concretó su aprobación en 2017, la Ley de Política Limpia sólo estaba facultada para vigilar los gastos de los partidos y aspirantes de cara a elecciones generales, pero con la nuevas disposiciones, ahora los precandidatos y movimientos que participen en comicios primarios también deberán rendir cuentas de sus financiamientos de campaña.
Sin duda, las nuevas medidas permitirán a la Unidad de Política Limpia desarrollar con mayor eficacia sus trabajos de auditoría y y fiscalización, aseguró Javier Franco, miembro de la entidad.
Entre las reformas destaca el límite de gastos de la campaña electoral, en la cual establece que los desembolsos sólo se podrán realizar 50 días antes de las primarias y 90 días antes de las generales.
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Asimismo, indica que «en ningún caso el límite de los gastos de campaña de las elecciones primarias debe ser inferior al límite de los gastos de campaña de las elecciones generales del proceso electoral anterior”.
Cabe mencionar que, los techos de las elecciones generales seguirán siendo los mismos que los de el proceso anterior.
Por otro lado, específica que respecto a los movimientos internos de cada partido, los recursos que provengan del financiamiento público o privado deberán depositarse en cuentas bancarias diferenciadas.
Ante este escenario, cada corriente deberá nombrar a una persona como titular de la cuenta privada y pública para que sea ella la que los represente ante la Unidad fiscalizadora.
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