Si el Estado hondureño decide juzgar como adultos a menores infractores, tomaría entre 2 a 3 años para que la reforma entre en vigencia, según expertos.
Luego del planteamiento hecho por el presidente Juan Orlando Hernández, de reformar la ley para reducir la edad punible en nuestro país, las opiniones son encontradas entre los distintos sectores.
El mandatario basó su propuesta en que «el 40 % de los crímenes en Honduras son cometidos por menores de edad».
Sin embargo, para que pueda entrar en vigencia una reducción de la edad punible, nuestro país tendría que renunciar a varios tratados internacionales.
Los expertos están claros que, si el gobierno busca reducir la edad para castigar a los menores que cometan delitos graves, el primer paso es este y aseguran que el renunciar a estos convenios y hacer efectivo cualquier cambio tomaría por lo menos dos años.
Dentro de estos tratados, está el firmado por Honduras en 1984 referente a la adopción de menores, el de restitución de menores de 1989 sobre el tráfico de menores y otros convenios para la protección de los derechos humanos.
Además, se tendría que reformar la Ley del Menor y la Adolescencia y el Código Penal, entre otros.
Lea También:Presidente propone juzgar como adultos a menores que cometan crímenes
Por su parte, las organizaciones encargadas de proteger a los menores de edad aseguran que los altos índices delincuenciales entre la juventud, obedecen a las condiciones de vida que imperan en el país.
José Guadalupe Ruela, director de Casa Alianza, manifiesta que “cuando un menor comete una infracción, ya existente una legislación en Honduras de acorde a una legislación internacional que permite al estado imponerle una pena”.
Proponer debatir el tema
Mientras tanto, el Comisionado Nacional de Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, sugiere a las autoridades un gran diálogo nacional para analizar los pros y los contras de tomar una decisión en este sentido.
La niñez en Honduras representa casi el 43% de la población, es decir que no es grupo, sino un sector muy importante para el desarrollo del país”, afirma .
Wilmer Vásquez de la Red de Instituciones por los Derechos de la Niñez (Coiproden) aseveró que “en Honduras ha sido muy complicado que la clase política tome decisiones de avanzar en programas de carácter preventivo» y que las políticas de Estado contra la violencia sean «implementadas de manera contundente desde las diferentes instituciones”.
La delincuencia juvenil se ha desarrollado a tal punto de llegar a los centros educativos donde se viven ambientes de tensión, en colonias donde dominan las bandas delictivas.
Otro fenómeno que se ha desarrollado, es la absorción de menores por el crimen organizado, por lo que se debe buscar soluciones inmediatas que disminuyan los actos delictivos que comete la juventud, coinciden otros sectores.
Al tiempo que expresan que este tema deberá ser debatido en un dialogo educativo, social y político que involucre a todos.
¿Usted qué opina?