El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández visitó el Almacén de Medicamentos para asegurarse que se cuenta con la capacidad para suministrar los fármacos de los tratamientos nacionales, MAIZ Y CATRACHO.

Durante la conferencia de prensa, el presidente Hernández anunció que, a partir de hoy, la Secretaría de Salud comenzará a distribuir unos 22 mil tratamientos en cuatro rutas a nivel nacional.

En ese aspecto, notificó que la inversión de estos medicamentos será de 17 millones de lempiras.

Lea También: Expertos en salud comienzan a dudar de la efectividad del tratamiento MAÍZ

Asimismo, mencionó la importancia de que MAIZ Y CATRACHO lleguen a todas las zonas del país, sin embargo, no permitirán que se entreguen sin control médico.

Ante esta instancia, Hernández aseguró que harán un llamado a SINAGER y a las Mesas Multisectoriales para que cuando los camiones lleguen a las regiones, ellos verifiquen todo el trámite de almacenamiento.

“Que se comuniquen con filiales a nivel regional para un proceso garantizado. Ningún paquete debe llegar a manos equivocadas”, resaltó.

Lea También: Mueren cuatro personas por sospechas de COVID-19 en El Tórax

Por otra parte, reiteró lo trascendental que es el cuidado personal, por lo que destacó la distribución de nueve millones de mascarillas que realiza el Gobierno para que todos los hondureños cuiden su salud.

Expertos en salud comienzan a dudar de la efectividad del tratamiento MAÍZ

Durante las últimas semanas, los hondureños que se encuentran en la fase inicial del COVID-19 han puesto sus esperanzas en el tratamiento MAIZ dada su gran capacidad para reducir la carga viral de la enfermedad, no obstante, hay quienes ya comenzaron a dudar de su efectividad.

Uno de ellos fue el director del Hospital Escuela, Osmín Tovar, quien contó que la aplicación del tratamiento MAIZ no logra los resultados que él esperaba.

Asimismo, el experto en salud pública, Marco Girón, aseguró que los fármacos que componen la fórmula médica no tienen aprobación científica, además de que poseen un alto costo como si se tratara de un país desarrollado..

“No tenemos forma de medir efectividad, por tanto estamos a expensas de investigaciones internacionales. Aquí adentro no se pueden hacer estudios al haber pocos medicamentos”, mencionó.