En la madrugada del 7 de julio, un vehículo Honda Civic color blanco, con placas HAF 9956, volcó en el anillo periférico de Tegucigalpa, dejando una estela de dolor y tragedia. Dos jóvenes murieron y los demás sobrevivieron.
A bordo del vehículo viajaban cuatro personas, entre ellas la universitaria Mía Cáceres, quien murió de manera instantánea tras el aparatoso accidente.
A continuación los rostros de las cuatro víctimas de la tragedia vial que enluta a dos familias hondureñas:
André Natanael Lobo, el conductor
El conductor del vehículo, André Natanael Lobo, de 25 años, se encuentra estable después de haber pasado por la sala de cirugía del Hospital Escuela en Tegucigalpa, Honduras.
Lobo sufrió el accidente cuando, debido a los efectos del alcohol, se quedó dormido al volante, perdió el control del vehículo y se estrelló.
La prueba de alcoholemia realizada por las autoridades de Tránsito mostró que Lobo tenía 51mg/100ml de alcohol en la sangre, lo que lo llevó a este fatídico desenlace.
Mía Cáceres, la copiloto
Como copiloto iba Mía Cáceres, hija de los pastores Mauricio Cáceres y Pamela Ordóñez. Mía, oriunda de Tocoa, Colón. Ella murió de inmediato en el accidente, truncando así sus sueños y dejando un vacío irreparable en su familia y amigos.
Durante su funeral, el féretro de Mía Cáceres permaneció cubierto de flores y rodeado de recuerdos de su corta vida, mientras sus padres le daban una dolorosa y repentina despedida en la funeraria “Amor Eterno” de Tocoa, Colón.
Antes de enterrarla en el Cementerio Municipal de Tocoa, hubo un culto evangélico dirigido por el papá de Mía. Ahí los amigos de la familia compartieron anécdotas y expresaron su dolor por la pérdida. Aunque la tristeza era evidente, el ambiente estuvo lleno de amor y gratitud por el tiempo compartido con ella.
La joven tenía 19 años y se había mudado a Tegucigalpa para estudiar su segundo año de arquitectura en una universidad privada. El 27 de julio iba a cumplir 20 años de edad.
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Kevin Cáceres, el primo en la parte trasera
En la parte trasera del vehículo viajaba Kevin Cáceres, de 22 años, primo de Mía Pamela Cáceres Ordóñez.
Kevin murió la mañana del 11 de julio en el Hospital Escuela, tras haber estado conectado a un respirador artificial y enfrentando una grave falla renal.
El joven fue conocido por su participación como jugador de fútbol en equipos como Salamá de Olancho y Lobos de la UPNFM, Kevin sufrió severas lesiones debido al accidente.
Amigos y familiares estuvieron organizando diversas actividades para recaudar fondos destinados al costoso tratamiento médico que Kevin requería para su recuperación, pero lamentablemente sus esfuerzos no fueron suficientes.
Antonio Fonseca, el pasajero que huyó
Además, se confirmó que en ese mismo asiento viajaba Antonio Fonseca, conocido como «Fito».
A diferencia de los otros ocupantes, Fonseca salió ileso del accidente y huyó de la escena, dejando atrás a sus compañeros en medio de la tragedia.
Antonio Fonseca llamó al 911 desde su celular para informar sobre el accidente ocurrido la madrugada del domingo 7 de julio en el anillo periférico, cerca de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), confirmaron las últimas investigaciones de las autoridades.
En las últimas algunas horas, la SIAT, adscrita a la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), localizó a Fonseca para obtener su testimonio.