Las agencias de inteligencia de Estados Unidos descubrieron un complot para asesinar al expresidente y candidato republicano Donald Trump semanas antes del atentado del pasado sábado 13 de julio.
El Servicio Secreto ya había reforzado la seguridad del expresidente Donal Trump antes del incidente ocurrido durante un mitin en Pensilvania, Estados Unidos. Sin embargo, el candidato republicano siempre resultó herido en su oreja derecha por Thomas Matthew Crooks, un joven estadounidense de 20 años que disparó varias veces desde el techo de un edificio.
La información a la que tuvo acceso la inteligencia de Estados Unidos confirmaba que habían amenazas de Irán, pero no se encontró ningún vínculo entre este plan iraní y el intento de asesinato de Trump.
Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, señaló que Irán lleva años amenazando a funcionarios estadounidenses en venganza por el ataque que Trump ordenó en 2020 y que resultó en la muerte del general Qasem Soleimaní. «Irán quiere vengarse», dijo.
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Por su parte, Irán calificó de «sin fundamento» y «malintencionadas» las afirmaciones de la inteligencia estadounidense sobre el supuesto complot para asesinar a Trump.
Una fuente de la Misión de Irán ante la ONU descalificó las acusaciones, aunque dijo que «Trump es un criminal que debe ser perseguido y castigado en un tribunal» por la muerte de Soleimaní. La fuente concluyó que «Irán ha optado por la vía legal para llevar (a Trump) ante la Justicia».
Ex altos cargos de la administración de Trump, como el exsecretario de Estado Mike Pompeo y el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, aún tienen escoltas debido a estas amenazas.
Watson también destacó que «llevamos años siguiendo las amenazas iraníes contra exfuncionarios de la Administración de Trump. Consideramos este asunto de seguridad nacional de la más alta prioridad».
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Qué se sabe del ataque a Trump en Pensilvania
El FBI, que lidera la investigación, aseguró que el atacante de Trump en Pensilvania actuó solo y usó un fusil semiautomático AR-15 que había sido comprado legalmente por su padre.
El Servicio Secreto se encuentra actualmente bajo un gran escrutinio por los fallos en la seguridad que permitieron el intento de asesinato, el primer incidente de este tipo desde el atentado contra Ronald Reagan en 1981.
El gobierno estadounidense ha anunciado una investigación independiente sobre estos fallos y ha reforzado el dispositivo de seguridad de Trump. Además, se ha dotado de agentes del Servicio Secreto al candidato independiente Robert Kennedy Jr.
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