En medio de una grave epidemia de dengue en Honduras, un nuevo problema está surgiendo: la desconfianza de las personas hacia el personal de la Secretaría de Salud.

A pesar de la urgencia de las inspecciones para combatir la enfermedad, muchos ciudadanos se niegan a abrir las puertas de sus hogares a los trabajadores por miedo a ser robados.

En diferentes partes del país, delincuentes están aprovechando la situación de emergencia para cometer robos, estos asaltantes se hacen pasar por empleados de salud, vistiéndose con uniformes y mostrando carnets falsos para ganar la confianza de las personas , luego, piden permiso para entrar a las casas bajo el pretexto de hacer inspecciones contra el dengue y en realidad, lo que buscan es robar.

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Testimonio desde la colonia Cerro Grande de Comayagüela

En la colonia Cerro Grande de Comayagüela, dos hombres vestidos con chaleco y carnet de salud se hicieron pasar por personal de Salud y entraron en la casa de una señora, diciendo que iban a realizar una revisión.

La señora, que estaba sola con la joven que le ayuda en el aseo, expresó su alivio de que los delincuentes no usaran armas durante el robo, en un descuido, uno de los hombres se quedó solo y aprovechó para robar varias pertenencias. La señora agradeció que el incidente no se volviera más violento, afirmando que los «santos» la habían protegido de una posible agresión con pistola o puñal.

Este fraude ha generado una gran desconfianza entre los habitantes, quienes prefieren no colaborar con las inspecciones para evitar ser engañados, la situación es preocupante, ya que las inspecciones son esenciales para identificar y eliminar los lugares donde el mosquito transmisor del dengue puede reproducirse.

Para luchar contra el dengue de manera efectiva, es vital que la ciudadanía colabore, pero también es fundamental que se sientan seguros al hacerlo.

Las autoridades deben asegurar que tanto las medidas de prevención como la protección contra posibles fraudes se manejen con la misma seriedad.