El integrante de la comisión depuradora de la Policía nos habla del giro que dio su vida luego de aceptar la misión de “limpiar” nuestra fuerza de seguridad.
Desde que aceptó el nombramiento como miembro de la Comisión depuradora de la Policía Nacional, el representante de la sociedad civil Omar Rivera estaba consciente de que su vida cambiaría por completo con esa decisión.
Y es que separar a un policía no sólo significa quitarle el empleo, si no que con ello prácticamente se les arrebata la profesión.
Bajo este contexto, Rivera señala que le ha tocado incluso investigar a oficiales conocidos, pero manifiesta que “cuando toca, toca”.
“Esto no se trata de ser sensible ante los intereses personales de un policía; se trata de tener un compromiso con la sociedad. Muchos familiares de los policías depurados lo llaman a uno para intentar persuadir en revertir las decisiones que la Comisión Especial ha tomado, pero les explico que las mismas obedecen a un procedimiento técnico y a un proceso integral de evaluación cuyos resultados no pueden ser modificados, salvo que se identifique un error u omisión.
En este sentido, indica que luego que la Comisión Especial toma una resolución, personalmente motiva a los policías cancelados a que hagan uso de sus derechos e interpongan acciones judiciales para que sean los tribunales que analicen y decidan en segunda instancia si sus reclamos tienen o no fundamento.
Cabe destacar que Rivera integra la comisión en representación de la sociedad civil, como coordinador de Incidencia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), una organización hondureña de sociedad civil creada en el año 1998 con la misión de trabajar para una sociedad donde prevalezca la justicia, enfocándose en lograr que el sistema gubernamental funcione y sea justo especialmente para los más vulnerables.
Once Noticia ha conversado en exclusiva con el integrante de la comisión para conocer el giro que su vida ha dado con este conflictivo cargo. Aquí la entrevista.
Siendo una persona de ideología progresista, ¿cómo ha cambiado su vida y sus relaciones la Comisión Depuradora?
“Estoy contento de generar los cambios que la Policía Nacional necesita; feliz de colaborar a generar la depuración y reforma que requieren los diferentes organismos policiales. Estoy concentrando en poner todo mi empeño en generar transformaciones en el sector seguridad y justicia”.
Orgulloso de transformar las palabras en hechos y en demostrar que la mejor forma de decir es hacer.
Sus comentarios ahora son objeto de discusión en las redes sociales. ¿Cómo toma o asimila los señalamientos de las personas que antes eran afines a usted y ahora le adversan?
“Le doy la justa dimensión a las críticas, son importantes como punto de referencia. Las valoro y respeto. Comprendo que la fiebre político-electoral tiene a muchos ávidos de generar controversia y contrincantes, pero para mí eso no aplica. Yo ando en otra cosa”.
¿Dejó de ser el Facebook una red social para usted a raíz de tus actuaciones?
“Ya casi no tengo tiempo para las redes sociales; me gusta utilizarlas para compartir y conocer lo que hacen las personas, leer sus opiniones y pensamientos. Últimamente utilizo más Twitter, es más versátil y menos aburrido que Facebook. Para ver imágenes utilizo Instagram. Leo más de lo que escribo”.
¿Ha perdido amigos por su cargo y tus posturas?
“No. Los que son mis amigos siguen yendo a mi casa a visitarme, siguen yendo a los cumpleaños de mis hijos y pasamos juntos las semanas santas, las navidades y las fiestas de fin de año. Siguen ahí conmigo, cerca, apoyándome”.
¿Le han gritado o faltado al respeto?
“No, nunca”.
¿Está convencido de que está haciendo lo correcto?
“Al 100%. Estoy convencido de que Honduras necesita una nueva Policía Nacional, eficiente y capaz, honesta y decente, fortalecida y robusta.
¿Por qué aceptó el nombramiento?
“Porque durante los últimos 5 años había venido presionando para que se generaran profundos cambios en la Policía Nacional; desde la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), habíamos impulsado acciones de incidencia para que se implementará una efectiva depuración policial, de arriba hacia abajo, y que se sometieran a la justicia a los malos policías que transgredieron la ley y violaron derechos. Acepté el desafío para demostrar que si se pueden hacer las cosas bien cuando existe voluntad y compromiso. Finalmente, porque este proceso viene legitimado por un acuerdo multipartidario de todas las bancadas representadas en el Congreso Nacional que aprobaron por unanimidad el decreto de emergencia que dio nacimiento a la Comisión Especial de la cual formo parte”.
¿Qué espera al final de este pedregoso camino?
“Sentirme satisfecho de haber cumplido la misión; satisfecho de haber colaborado con la limpieza, reingeniería y fortalecimiento de los diferentes organismos policiales. Satisfecho de darle a los hondureños la Policía Nacional que se merecen: honesta, capaz y comprometida”.
¿Sigue siendo el Omar Rivera Progresista?
“Soy progresista. Estoy comprometido, cada día más, con impulsar acciones que generen progreso y desarrollo; creo que avanzar en el diseño de una agenda de cambios es mi menester; no comparto el pensamiento retrógrado y conservado, mucho menos aquellos que disminuyan los derechos y libertades de las personas”.
¿Sigue siendo Liberal?
“Sigo siendo liberal, hasta la muerte; comprometido con la defensa de las libertades individuales y los valores democráticos. Lo que sí hice fue renunciar al Partido Liberal de Honduras, ya no formo parte de esa institución. No formo parte de ningún partido político”.
¿Ha renunciado a su estilo de vida, cómo ha cambiado?
“Claro. Tengo más trabajo y mi tiempo libre se ha reducido. Los fines de semana paso más tiempo en la casa y ahora me he hecho experto en las series de Netflix y en las diferentes ligas de fútbol internacional, pues por asuntos de seguridad paso enclaustrado para evitar exponerme”.
¿Cree que su vida volverá a ser la misma después de esto?
“No lo sé. Hay mucha gente que constantemente me dice los miembros de la Comisión Especial heredaremos muchos enemigos y que no podremos tener una vida ordinaria; hay quienes señalan que inclusive nuestras vidas podrían peligrar y que tendremos que salir del país. Yo en realidad no sé qué tanto riesgo va a implicar las consecuencias de nuestro trabajo, cuando toque enfrentar los mismos habrá que tomar las medidas pertinentes; mientras tanto no me distraigo alarmándome, no dedico tiempo a eso ahora”.
¿Qué es lo que más extraña?
“Pues extraño un poco la privacidad y el tiempo libre. con un contingente de seguridad las 24 horas del día es diferente; comprendo los protocolos de los organismos de seguridad en función del análisis de riesgo, no obstante, no deja de ser “sui generis” y complejo. Por otro lado, yo sigo trabajando en la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), quien me paga mi salario; ahí trabajo de siete de la mañana a una de la tarde, y luego empiezo labores en la Comisión Especial para la Depuración Policial de dos de la tarde a ocho de la noche, todos los días de la semana, lo que reduce mi tiempo libre”.
¿En qué le ha hecho mejor y en qué considera que le ha cambiado negativamente?
“Me siento satisfecho de probar que lo que uno dice, uno lo hace; me ha dado una enorme satisfacción demostrar que todos los planteamientos realizados en torno a la depuración policial los he convertido en hecho concretos de avance, ahora que se me ha dado la oportunidad de colaborar directamente. Normalmente a los que formamos parte de instancias de incidencia en la sociedad civil se nos acusa que somos muy buenos para proponer, criticar y presionar a los gobernantes, pero que no hacemos concretamente mayor cosa; en esta oportunidad se ha demostrado que lo que decimos lo hacemos con responsabilidad y efectividad”.
¿Se ha encontrado ya en alguna ocasión cara a cara con alguno de los policías depurados por la calle?
“No, no he tenido la oportunidad de encontrarme a ningún policía cancelado en la calle; algunos me han pedido cita y los he atendido en mi oficina”.
¿Qué les ha dicho a ellos en relación a las decisiones que han tomado y que han cambiado también sus vidas?
“Les he explicado que la Policía Nacional necesitaba una profunda reforma y que es condición “sine qua non” (sin la cual no) para que la misma tenga éxito un integral proceso de profilaxis que vaya de arriba hacia abajo y que permita únicamente dejar en los diferentes organismos policiales a los más competentes, valientes y decentes agentes de escala básica y altos oficiales; les he explicado que su ciclo en la Policía Nacional ha culminado y que es un trago amargo que hay que digerir en función de los más elevados intereses del país. Les he ratificado nuestro compromiso para que -si son cancelados por reestructuración- se les pague todos derechos laborales, indemnizaciones, prestaciones y otros beneficios; sin embargo, les he advertido que si sobre ellos pesan denuncias e investigaciones sobre la comisión de supuestos delitos deben enfrentar la justicia”.
¿Cree que ha actuado con justicia?
“Claro que hemos actuado con justicia. En el marco del proceso de depuración y transformación de la Policía Nacional, los integrantes de la Comisión Especial hemos actuado con rigor técnico, en el marco de lo que establece la legislación vigente y respetando los derechos humanos de los agentes y oficiales sometidos a evaluación”.
¿Usted qué opina?