El proyecto prevé un incremento global del 10% y llega a los 4,4 billones de dólares para 2019.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, presentó este lunes una propuesta de presupuesto de 4,4 billones de dólares para este año que vuelve sobre su polémico proyecto de construcción de un muro en la frontera con México, aumenta el gasto militar y plantea recortes en programas sociales y de protección del medio ambiente.
El ambicioso proyecto, que supone un aumento del 10% con respecto al año anterior, prevé al menos de una década de déficit fiscal en el gobierno de Estados Unidos, debido tanto al aumento del gasto como a la reforma del sistema impositivo aprobada el año pasado, que reduce drásticamente los ingresos federales.
No está claro que la propuesta de Trump para 2019 vaya a hacerse realidad, dado que el Congreso tiene la palabra final y ya aprobó la semana pasada un plan que estableció los niveles de financiación del Gobierno durante los próximos dos años, incluyendo aumentó en 300.000 millones el gasto en defensa y programas nacionales.
Infraestructura y el muro en la frontera con México
El domingo la Casa Blanca se centró en el plan de 1,5 billones de Trump para actualizar las envejecidas infraestructuras del país y está contemplado en el presupuesto. Esto prevé construcción y mantenimiento de caminos, puentes y otra infraestructura pública.
Además, se ha añadido una solicitud de 18.000 millones de dólares para el polémico muro en la frontera entre México y Estados Unidos.
En concreto la propuesta presupuestaria incluye una petición de 1.600 millones de dólares para cercar unos 104 kilómetros de los 3.180 kilómetros de la frontera con México, en la zona del valle del río Bravo, en Texas.
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Recortes en salud y programas sociales
El plan reanudaría los intentos del año pasado por combatir la reforma sanitaria de Obama y haría duros recortes en el programa Medicaid para ancianos, pobres y discapacitados, aunque Trump volvió a eximir de los recortes a las prestaciones de jubilación de la Seguridad Social y a Medicare, como prometió en la campaña de 2016.
Además, los aliados del presidente en el Capitolio han indicado que no hay interés en abordar polémicos temas de sanidad en un año electoral.
También el departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, que construye y mantiene viviendas sociales, sufrirá un recorte del 14%, unos 6.800 millones de dólares, incluyendo casi el 100% de su fondo de reparaciones.
Fuerte caída para la Agencia de Medio Ambiente
La reducción porcentual más importante se la lleva la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que tendrá un presupuesto un 25% menor al del año pasado, en conformidad con las promesas de Trump en campaña y su agenda durante el primer año de gobierno, que incluyó el retiro de su país del Acuerdo de París.
Mayor gasto militar
El proyecto de presupuesto contempla un aumento del 14% en el gasto en defensa, incluyendo la renovación del arsenal nuclear de forma tal que el de Estados Unidos sea «por lejos, superior del de cualquiera», según dijo Trump.
Al mismo tiempo, el presidente planea aumentar el gasto en las fuerzas de seguridad en un 12%. Estoy incluye una suba de 23.000 millones de dólares para la seguridad de fronteras.
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Década de déficit fiscal
Con el nuevo proyecto los ingresos fiscales se hundirían en 3.700 millones de dólares entre el 2018 y el 2027.
El plan contempla un déficit de 984.000 millones de dólares en el 2019 aunque lo más probable es que la cifra se dispare a 1,2 billones si se toman en cuenta el acuerdo aprobado la semana pasada y el paquete de asistencia humanitaria de 90.000 millones de dólares para zonas afectadas por recientes desastres naturales. Eso es más del doble del déficit que el gobierno prometió el año pasado.
Al final de todas las cuentas, el nuevo presupuesto implica que Estados Unidos padecerá déficits de 7,2 billones de dólares en la década venidera; el plan del año situaba la cifra en 3,2 billones./Infobae
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«Solucion para los dreamers»
El Senado comenzó a tratar el viejo y muchas veces postergado tema de la reforma migratoria con una aproximación inusual y sin garantía de poder llegar a una solución que satisfaga a todas las partes que pugnan por resolverlo.
Trump sobre inmigrantes centroamericanos
Y aunque la ley de inmigración es un muro contra el que en las pasadas décadas el Congreso se ha estrellado sin producir resultados, esta vez los legisladores tienen la presión adicional de los dreamers, indocumentados que fueron traídos a EEUU por sus padres siendo menores de edad, cuya protección bajo la Ley de Acción Diferida (DACA) fue eliminada por Donald Trump.
Cuando en noviembre Trump eliminó el programa, dio al Congreso la responsabilidad de encontrar una solución antes del 5 de marzo, día que estableció como su fecha final.
Mientras tanto una corte federal ordenó que se reestableciera parcialmente para quienes ya se habían registrado, pero una decisión judicial podría restablecer la importancia de esa fecha o reestablecer completamente el programa.
La oposición demócrata y los dreamers han criticado el proyecto, que advierten que deja fuera de toda posibilidad de legalizar sus permanencias a más de 9 millones de indocumentados y afectaría el debido proceso migratorio.
Se espera que en el proceso los demócratas presenten un proyecto para aprobar el beneficio para los dreamers sin vincularlo a otras consideraciones, lo que se conoce como un DACA “limpio” al estilo del DREAM Act original que desde 2001 se presentó al Congreso y nunca contó con el apoyo suficiente.
Fuentes del Congreso dijeron a Univision Noticias que existe la posibilidad de que la discusión se alargue y, tomando en cuenta los recesos del calendario parlamentario, termine extendiéndose más allá de febrero.
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