El exmandatario Porfirio Lobo Sosa y un exoficial de la policía hondureña, al que solamente se nombra como “Bonilla”, fueron mencionados en el tercer día del proceso judicial que enfrenta Juan Antonio Hernández.
En su segunda intervención, el narcotraficante, Víctor Hugo Díaz Morales, declaró ante la corte del Distrito Sur de Nueva York, que pagó 100 mil dólares equivalentes a casi 2 millones y medio de lempiras, para financiar las campañas políticas de Porfirio Lobo Sosa, quien, para ese tiempo era candidato presidencial por el Partido Nacional y a la campaña en la que aspiraba como diputado el actual mandatario del país.
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“El Rojo”, como también es conocido Víctor Hugo, argumentó que Tony Hernández, le dijo que, a cambio de ese monto, podrían tener una mejor conexión con la policía y el ejército, además de recibir más información de las investigaciones policiales que se realizaban en ese momento, lo que le facilitaría realizar el tráfico de cocaína.
Otro de los exfuncionarios que mencionó “El Rojo”, fue un exgente policial, nombrado como “Bonilla”, a quien medios nacionales atribuyen que se trata de Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, quien fungió como Director de la Policía Nacional, entre mayo de 2012 y diciembre de 2013, tiempo en que Lobo Sosa era mandatario.
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De acuerdo a los tuits de comunicadores internacionales que siguen la pista del caso desde Nueva York, el fiscal acusador, mostró una fotografía, y al consultarle a Rojo sobre quién se muestra en la imagen, él respondió “Bonilla”.
Tras la afirmación, reveló que el “oficial de policía Bonilla, era un hombre de confianza para Tony, un hombre que era muy violento y podría cometer asesinatos”.
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Ante las acusaciones, ambos exfuncionarios desmintieron los hechos. Lobo Sosa a través de su cuenta de Twitter, aseguró que no recibió dinero, y que tampoco ha sido o será amigo, socio o colaborador de ningún delincuente. Por su parte, Bonilla, expresó que no tiene ningún vínculo con Juan Antonio Hernández, y que tampoco ha tenido relación directa o indirecta con narcotraficantes que se mencionan en el caso, argumentando que la situación está siendo manipulada.
Tony Hernández es acusado por delitos de conspiración para ingresar droga a los Estados Unidos, posesión de ametralladoras y conspiración para la posesión de las mismas, y dar falso testimonio a agentes.
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