La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) desarrolló un nuevo prototipo de neumático en el Glenn Research Center que es llamada Supereslastic Tire, también conocida como la «reinvención de la rueda».
Es tan contradictorio como novedoso, pues no hay ningún material nuevo en esta rueda, ya que está hecha con titanio y níquel, una aleación que se utiliza también en los marcos de los anteojos.
Desde mediados de la década pasada, los científicos de la NASA, bajo la dirección del ingeniero Vivake Asnani, trabajaron en una rueda de gran durabilidad para los vehículos que utilizan en misiones espaciales.
Tras muchos años de pruebas, incluida la llegada a Marte con el Rover, que cumplió su vida útil en 2011. Entre muchos otros problemas, la rueda derecha delantera dejó de funcionar lo que complicó su desempeño.
Es ahí en donde la nueva rueda podría maximizar el desempeño de los vehículos de la NASA en las futuras misiones, pues el caucho y el aire están completamente descartados.
El material se une en una especie de «malla», que resulta ser muy resistente y con capacidad de adaptarse a los distintos terrenos.
«El resultado es un neumático que puede soportar una deformación excesiva sin daño permanente», señaló el laboratorio Glenn.
Esta es la principal característica de la Supereslastic Tire, algo que llaman «memoria de forma», pues la malla metálica vuelve a tomar su forma inicial.
Las pruebas realizadas demostraron que la rueda puede pasar por grandes rocas en el camino y terrenos muy arenosos, sin perder tracción.
Las ruedas además ayudar a hacer más ligero el eje de las ruedas, lo que elimina peso de los vehículos y a la vez genera mayor ahorro de combustible.
De momento se desconoce el precio o si llegarán a estar disponibles para algún vehículo, pero la NASA la considera como una alternativa «viable» para los neumáticos.
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