Lo que temían los economistas, políticos y dirigentes sociales se hizo realidad el año anterior, el déficit del Gobierno superó el limite del 6% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que no pasaba desde hace 37 años.
Esto fue confirmado por el Ministerio de Hacienda y el Banco Central de Costa Rica, que añadieron un segundo dato, quizás aun más preocupante, la deuda del Poder Ejecutivo llegó al 49,2% del PIB. Según muchos economistas, sobrepasar el 50% en el ratio deuda/PIB es considerado un punto crítico para naciones con deuda en moneda extranjera.
Esto alertó entre otros, al sector sindical, que teme desde ya, al igual que lo mencionó el vicepresidente de la República y ministro de Hacienda, Helio Fallas, una intervención del Fondo Monetario Internacional, el cuál tomaría todas las decisiones económicas de país durante un determinado periodo.
No obstante, los agremiados van más allá y señalan los que a su parecer son los culpables de la situación, el actual Gobierno y los partidos Liberación Nacional (PLN) y Unidad Social Cristiana (PUSC).
«Por desperdiciar el gigantesco capital político que el pueblo le dio con ocasión de su aplastante triunfo electoral de segunda ronda, de abril de 2014; y no utilizarlo para confrontar al capital financiero, el gran ganador de los últimos tiempos con la política macroeconómica: renunciando el mandatario a propiciar una reforma tributaria de carácter realmente progresivo que atajara, fuertemente, el crecimiento del déficit y de la deuda», señala la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), sobre el presidente de la República, Luis Guillermo Solís.
En el caso de las agrupaciones políticas, en la ANEP las responsabilizan de ser los que gobernaron previamente y las que mayor representación parlamentaria han tenido en los últimos años.
«(se convirtieron los dos partidos) en los últimos gobiernos y parlamentos, incluido el actual, en un muro de contención para bloquear cualquier transformación tributaria estructural, que gravara las grandes rentas, las gigantescas fortunas y las “creativas” formas de elusión y evasión fiscales, nacional e internacionalmente, mediando toda clase de triquiñuelas y leguleyadas, incluyendo maniobras tipo “Panamá Papers”, critican en la ANEP.
Eventual intervención del FMI
Precisamente, el Banco Mundial y el FMI indican que “se puede decir que un país alcanza la sostenibilidad de la deuda externa si puede cumplir con sus obligaciones de servicio de la deuda actuales y futuras en su totalidad, sin recurrir a reprogramaciones o la acumulación de atrasos y sin comprometer el crecimiento».
En el caso de Costa Rica, en diciembre del año anterior, Hacienda tuvo que recurrir a un nuevo endeudamiento por $1.500 millones para poder cubrir sus gastos de fin de año, como el pago de aguinaldos y pensiones.
Por ello no son pocos los analistas que comentan la urgencia de realizar cambios en el balance entre ingresos y egresos en el Gobierno. Sin embargo, quizás por el alto costo político en cualquiera de los dos sentidos: aumentar impuestos – reducir gastos, el tema no ha sido profundizado en la campaña política.
«Lastimosamente, la práctica totalidad de las actuales personas candidatas a la Presidencia de la República, decidieron “mirar para otro lado” y eludir abordar el tema del déficit fiscal por el lado correcto: la progresividad tributaria profunda y multifacética que está ya está diagnosticada, pero sin la más mínima voluntad política para ser impulsada».
El viceministro Fallas fue enfático en su señalamiento: “si nosotros no hacemos la reforma, la van a hacer por nosotros, nos la van a hacer los organismos internacionales, especialmente el Fondo Monetario Internacional”.
. Esta clase de sindicado siempre pretende lo mismo de lo mismo : hechar la culpa del deficit del Estado a las empresas privada de no pagar suficientes inpuestos , pero nunca habla de los excesos de planillas y beneficios de sus adeptos en del sector publico que estan hundiendo el pais. .
Hasta que siguen hechandos culpas en lugar que proponer soluciones viables, nunca se reforma nada y seguimos hundiendonos.
Roberto B.
Los sindicatos han los más irresponsables llevando sus prensiones y exigencias a niveles inmanejables.