El influencer japonés radicado en Honduras, Shin Fujiyama, compartió detalles inéditos sobre su vida antes de llegar al país.
En su participación en el podcast «Los Hijos de Morazán«, Fujiyama se abrió sobre su difícil pasado y los pensamientos de desesperanza que lo acompañaban.
Lea También: Shin Fujiyama aclara la polémica sobre la placa que el gobierno colocó en la escuela de OcotepequeEl filántropo relató que antes de llegar a Honduras trabajaba como aseador, desempeñándose en una cafetería por las noches donde limpiaba basura y mesas. «No soy nadie, no tengo nada», recordó haber pensado en una ocasión mientras trabajaba.
Sin embargo, su vida dio un giro cuando decidió hacer voluntariado en Honduras, lo que le permitió ver la dura realidad de las escuelas en condiciones precarias.
Su labor comenzó en los bordos de El Progresodonde muchos niños le pedían ayuda. «Para ellos, aunque yo era un limpiador de pisos, era el más millonario que conocían, al menos ganaba en dólares», compartió Fujiyama.
Fue en ese momento cuando comprendió las difíciles condiciones que enfrentan muchos niños en Honduras. “Fui a un río, me senté bajo un palo de mango y lloré, pensando que no tenía la capacidad de ayudar”, contó conmovido.
Mira el video de Shin Fujiyama a continuación:
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A partir de esa experiencia, decidió no solo ayudar, sino cambiar las vidas de esos niños.
“Empecé a recaudar fondos, y el resto es historia. Hoy, algunos de esos niños de los bordos están en la universidad; muchos trabajan en nuestro canal (de YouTube), uno incluso dirige mi fundación”, afirmó.
Finalmente, entre recuerdos y emociones, Fujiyama expresó que, cuando sentía que había tocado fondo, Honduras le brindó una segunda oportunidad “para ser alguien”.
