Dentro de poco, el ferry que se toma para llegar a Paquera y Naranjo, en la península de Nicoya, podría no tomarse desde el extremo de Puntarenas, pues la carga de pasajeros y autos que maneja el atracadero actual, parece estar llegando a su límite.
Por ello se estudia trasladar esta terminal a puerto Caldera, donde hay más posibilidades de expansión, según indicaron en la División Marítimo Portuaria del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
El problema del actual atracadero, es la cercanía de las casas y negocios, que obligarían a procesos de expropiación lerdos y costosos, mientras que al otro lado está el estero, por lo que es imposible conseguir permisos ambientales para hacer trabajos de expansión, debido al impacto que tendría sobre la flora y fauna del lugar.
El estudio será realizado por una una consultora externa y será parte del plan maestro que está programado mediante un empréstito por $450 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); sin embargo, aún no hay una fecha para conocer el resultado del estudio.
En un futuro próximo también se iniciará el diálogo con empresario turísticos y concesionarios de las rutas de ferry, así como estudios de opinión de los usuarios.
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